lunes, 1 de octubre de 2018

Medinaceli: la ciudad el cielo, el arco romano y el barrio de la estación (y II)

Vista del barrio de la estación de Medinaceli.
Sábado, 22 de septiembre de 2018. Foto: Jorge.
Ir a Medinaceli en tren es, hoy por hoy, cosa de románticos ferroviarios. Ya dijimos en la anterior entrega que la llegada a esta localidad es mucho más fácil y rápida en autobús. Sin embargo, y hacemos honor así a nuestra filosofía, usamos el tren para, de este modo, manifestar que este medio de comunicación sigue siendo necesario para las poblaciones de muchos pueblos de España. Lo primero que se encuentra el viajero tras abandonar la estación es el barrio que creció en torno al ferrocarril. Medinaceli tiene, por así decirlo, una parte antigua y una moderna que creció al albur de la estación de tren y de la antigua carretera nacional II que unía Madrid con Barcelona. Hoy día ambas líneas de comunicación están en desuso por la irrupción de la A-2 y la LAV Madrid-Zaragoza-Barcelona. Aún así, el barrio de la estación dispone de supermercador, bares, restaurantes y algún alojamiento que suele ser usado por viajeros de paso o por personas que quieren conocer a fondo Medinaceli y su entorno.


Señales de los destinos por carretera desde Medinaceli.
Sábado, 22 de septiembre de 2018. Foto: Jorge.
Parar ir al casco viejo de Medinaceli es preciso ir en coche. Es imposible ir andando porque la carretera, por su estrechez y pronunciada pendiente, no permite el tránsito de peatones. Nosotros tuvimos que recurrir al taxi, un servicio que, dicho sea de paso, funciona de manera eficiente en Medinaceli. 


Arco romano del siglo I d. C. Viernes, 21 de septiembre de 2018.
Foto: Jorge.
Lo primero que ve el visitante al llegar a la zona antigua de Medinaceli es su famoso Arco Romano del siglo I d. C. Su estado de conservación es bueno aunque el paso del tiempo ha borrado los detalles que lo adornaban. Su importancia radica en el hecho de ser el único de tres arcos de toda España. En su día, el arco delimitaba dos áreas administrativas: caesaragustana y cluniense. Hoy es, sin duda, el icono de la localidad y miles de personas llegan a Medinaceli para contemplar esta obra bimilenaria.

Plaza mayor de Medinaceli. Viernes, 21 de septiembre de 2018.
Foto: Jorge.
Tras el Arco Romano, lo mejor es adentrarse en el pueblo y dejarse llevar por sus calles y plazas, muy bien conservadas, en las que reina la paz y la tranquilidad. Como se suele decir en estos casos, el tiempo parece haberse detenido en los muros de las casas blasonadas de Medinaceli. Nuestro paseo por Medinaceli incluyó una visita a la Iglesia de la Asunción, donde se puede ver el Cristo de Medinaceli y que tan vinculado está a la Casa del mismo nombre, la plaza mayor, el castillo, que alberga hoy día el cementerio, y finalmente la puerta árabe. Tampoco podemos olvidar que Medinaceli es una de las poblaciones que configuran el denominado Camino del Cid y que, a semejanza de lo que ocurre en la ruta jacobea, también tiene su ruta con su credencial, una idea muy atractiva para los amantes de la historia y la literatura medieval.

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