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martes, 4 de julio de 2023

La Guerra Civil Rusa y el ferrocarril: la estrategia del Ejército Rojo (1918)

Al igual que sucede con la Revolución Rusa de 1917, la historia de la Guerra Civil Rusa, una contienda acaecida entre 1918 y 1921, no se puede comprender sin la red de ferrocarriles del antiguo Imperio Ruso. Antony Beevor, en su monumental obra sobre estos dos acontecimientos, recoge esta cita:
With a good network of railways going from the centre to he periphery, our leaders were able to move troops from one fron to another. They used Napoleon's tactic of concentrating all the forces at a certain location, crashing down on the enemy's armies, and preventing them from joining up

Fuente: Beevor, Antony. Russia. Revolution and War. 1917-1921.

lunes, 25 de enero de 2021

Los bolcheviques deportan a los cosacos en 1920

Los cosacos, que fundamentalmente estaban asentados en el Don y Kuban, sufrieron represalias de los bolcheviques de Lenin, y su lugarteniente Dzerzhinski, por su apoyo a las facciones blancas durante la Guerra Civil Rusa. A finales de 1920 la operación estaba alcanzando una escala que podríamos calificarla como un exterminio. Según las informaciones fechadas en noviembre del año antes citado las ciudades de Kalinovskaya (a la que se le prendió fuego), Ermolovskaya, Romanovskaya, Samachinskaya y Mikhailovskaya fueron vaciadas y sus habitantes deportados. Las deportaciones, lógicamente, se llevaron a cabo mediante trenes habilitados al efecto y fue necesario pedir más material ferroviario, se habla de más de trescientos vagones, debido al alto número de personas que debían ser deportadas. Según las estimaciones conocidas hasta la fecha, el número total de cosacos deportados o exterminados se puede cifrar entre 300.000 y 500.000.

Fuente: Stépahne Courtois y otros. The Black Book of Communism. Harvard University Press. Cambridge (Massachusetts). 1999.

sábado, 23 de enero de 2021

Lenin y los ferroviarios de la región de los Urales

El 29 de enero de 1920, preocupado por la contestación de los trabajadores de la región de los Urales, Lenin escribe un mensaje a Vladimir Smirnov, cabeza visible del Consejo Militar Revolucionario del 5º Ejército, en la que le dice que las protestas de los ferroviarios están provocando sabotajes y le expresa a Smirnov su sorpresa por su falta de contundencia a la hora de tratar el problema, invitándole a ejecutar a los responsables. A comienzos de 1920, las protestas se incrementaron por la militarización de diferentes sectores estratégicos y productivos. La respuesta, como se desprende del mensaje de Lenin a Smirnov, fue implacable. Un centenar de trabajadores del ferrocarril de Ryazan a los Urales fue enviado a campos de concentración. Otro ejemplo de esta política de mano dura lo tenemos en mayo de 1920, cuando fueron deportados 160 ferroviarios de la línea Moscú-Kursk a campos de concentración.

Fuente: Stéphane Courtois y otros. The Black Book of Communism. Harvard University Press.  Cambridge (Massachusetts). 1999.

domingo, 8 de noviembre de 2020

La Guerra Civil Rusa y el ferrocarril: los planes de Denikin en 1919

Tras la revolución de 1917, Rusia se enfrentó a una terrible guerra civil protagonizada por los rojos (partidarios del partido bolchevique de Lenin) y los blancos que pretendían derrocar el régimen surgido tras el golpe de estado de octubre del año anteriormente citado. Esta contienda, en la que también jugaron un papel relevante diversas potencias extranjeras, tuvo sus teatros de operaciones muy ligados al ferrocarril. De hecho, no es exagerado decir que es imposible entender los movimientos de los ejércitos contendientes sin el apoyo de este medio de transporte. Además, las líneas de ferrocarril permitían, en la inmensidad del territorio ruso, seguir rutas que favorecían movimientos y ofensivas.

El 3 de julio de 1919, el general Denikin llegó a Tsaritsyn, la futura Stalingrado que se hizo famosa en 1942-1943 por la batalla que provocó la rendición del VI ejército de Von Paulus. En esa ciudad, el general blanco emitió la orden secreta 08878 que tenía por título "Directiva de Moscú". En ese documento se recogían las operaciones militares que las Fuerzas Armadas del Sur de Rusia tenían que llevar a cabo para conquistar la nueva capital del país. Estas operaciones requerían que los ejércitos se abrieran en abanico y que avanzasen hasta la capital siguiendo el trazado de las líneas de ferrocarril. De este modo, el plan contemplaba lo siguiente:
  • El ejército del Cáucaso de Wrangel debía seguir la vía férrea a través de la región occidental del Volga hasta Nizhni Nóvgorod donde giraría al oeste a lo largo de la línea Vladimir-Moscú.
  • El ejército del Don de Sidorin debía avanzar a lo largo del ferrocarril Vorónezh-Riazán-Moscú y, en parte, por la vía paralela por el este.
  • Finalmente los voluntarios de Mai-Mayevski tomarían la siguiente línea hacia el oeste: Kursk-Oriol-Tula-Moscú.
Fuente: Evan Mawsley. Blancos contra Rojos (La Guerra Civil Rusa). Desperta Ferro. Madrid. 2017.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

La Legión Checa combate a los bolcheviques en el Transiberiano (1918)

El 25 de mayo de 1918 fue una fecha clave en la Guerra Civil Rusa. En ese día, se inicia la sublevación de la denominada Legión Checa, una unidad militar que daría muchos quebraderos de cabeza a los soviéticos y cuyo foco principal de resistencia sería la línea férrea del Transiberiano. Este cuerpo se creó en 1914 con los checos que se encontraban en Rusia en el momento de iniciarse la Primera Guerra Mundial y su objetivo era la lucha contra los Imperios Centrales, fundamentalmente Austria-Hungría, que tenían sometida a su patria. Con el paso del tiempo, y el reclutamiento de prisioneros capturados al enemigo, llegó a alcanzar el tamaño de un cuerpo de ejército (dos divisiones que aglutinaban unos 40.000 efectivos). Tras la Revolución de Octubre, el antiguo ejército zarista fue desmantelado pero la Legión Checa conservó su cohesión interna porque para sus integrantes los sucesos que se estaban viviendo en Rusia no les concernían. Su verdadero objetivo era conseguir la independencia de Chequia y Eslovaquia.

El Gobierno de Lenin decidió evacuar a los checos, que estaban desesperados por no poder regresar a casa ni continuar la guerra como hasta entonces, a través del puerto de Vladivostok, destino final del Transiberiano en el litoral del Pacífico. Según el propio Lenin, que contó en esto con el apoyo de Trotsky, la rebelión de los checos contra los bolcheviques era algo que estaba orquestado con los aliados occidentales. En opinión de Edwan Mawdsley, esto no es cierto aunque sí es verdad que la rebelión jugó a favor de los intereses de la Triple Entente. Los aliados no estaban de acuerdo en cómo usar el potencial de la Legión Checa. Por un lado, los franceses querían evacuarlos de Rusia mientras que los británicos preferían que siguieran allí para abrir otro frente.

La chispa que provocó la insurrección fue un incidente con prisioneros húngaros en Cheliabinsk el 14 de mayo de 1918. Los checos lograron tomar la ciudad pero la reacción de Moscú fue desarmar y disolver la unidad militar. Fue entonces cuando los líderes de la Legión Checa ordenaron a sus subordinados que salían en dirección a Vladivostok. La orden de Trotsky desde Moscú fue implacable:

Se disparará inmediatamente a cualquier checoslovaco armado que se encuentre en la vía del ferrocarril

La revuelta se extendió como la pólvora a través de los casi 8.000 km del Transiberiano. En dos semanas, los checos lograron tomar varias ciudades importantes y bloquear la línea férrea. En tres meses, la línea del Transiberiano estaba bajo el control total de los checos y también amplias zonas del oriente ruso.

Fuente: Evan Mawsley. Blancos contra Rojos (La Guerra Civil Rusa). Desperta Ferro. Madrid. 2017.