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viernes, 11 de marzo de 2022

La caravana de Cañaveras (Cuenca) y el 11-M

¿Por qué el Gobierno de Aznar, con la ayuda inestimable del CNI encabezado por Jorge Dezcallar, se empecinó en la autoría de la ETA del 11-M cuando, presuntamente, la masacre fue perpetrada por un grupo de inspiración yihadista? Una de las razones que explican este empecinamiento fue el episodio acaecido en la localidad de Cañaveras (Cuenca) el domingo 29 de febrero de 2004, doce días antes del 11-M. Dos miembros de ETA, Irkus Badillo y Gorka Vidal, llevaban una caravana, compuesta de dos vehículos, de Canfranc (Huesca) a Madrid cargada con 506 kgs de cloratita, 30 kgs. de Titadyn y 90 metros de cordón detonante. Los dos miembros de la ETA, que tenían la misma edad (25 años), eran novatos y no estaban fichados por las Fuerzas de Seguridad del Estado lo que en el argot policial se conoce como "legales". Uno de ellos solo había logrado participar en acciones de la Kale Borroka. Se da la circunstancia de que Gorka Vidal, al ser detenido, gritó lo siguiente:

El País, 1 de marzo de 2004


El País, 1 de marzo de 2004

La carga explosiva iba a ser colocada, ¿casualmente?, en un punto del Corredor del Henares, la misma zona que sería luego el objetivo del 11-M. De hecho, en la caravana se encontró un mapa con el objetivo del atentado rodeada con un círculo. Al respecto, el diario El País, en su edición del 1 de marzo, dice lo siguiente:

Los etarras tenían órdenes de poner la bomba en "un polígono empresarial de la N-II". En su poder llevaban un plano de Madrid, con un círculo que rodea el parque empresarial, pero que engloba también el aeropuerto "y parte de Alcalá de Henares", según fuentes de Interior. Las sospechas apuntan a que iban a atacar objetivos concretos. "Nada está confirmado", añadían, "y es posible que ETA lo dejara al albedrío de los detenidos"

Llama la atención la inexperiencia de esta pareja de etarras, un rasgo que comparten con los miembros de ETA que también protagonizaron el intento de voladura de Chamartín en diciembre de 2003. La colaboración (¿o fue otra cosa?) de estos dos etarras con la Guardia Civil es llamativa pero no es, a nuestro juicio, lo más interesante de este suceso. Sobre la caravana de Cañaveras hay dos puntos que no convienen ser pasados por alto. El primero de ellos es que este convoy de la ETA coincidió en el tiempo con el transporte, que fue responsabilidad de "El Chino", de los explosivos que, presuntamente, fueron utilizados en los trenes del 11-M.

¿Cuál es el segundo punto que conviene tener en mente? Como ya dijimos en otra parte, destacados dirigentes políticos pusieron en duda la veracidad de esta operación. No estamos hablando de gente aficionada a la política ni mucho menos sino personas que, de algún modo u otro, tenían acceso a determinado tipo de información. Uno de esos dirigentes fue Joseba Azkárraga, entonces consejero de Interior del Gobierno Vasco, el cual vino a decir que la operación antiterrorista de Cañaveras era extraña como mínimo. Volvemos de nuevo a El País, en su edición del 1 de marzo, para plasmar qué fue exactamente lo que dijo Azkárraga:

Fuente: El País, 1 de marzo de 2004

Azkárraga, que era entonces el responsable de la Ertzaintza y tenía posibilidad de estar al tanto de ciertos eventos, veía poco creíble que una furgoneta procedente de Francia pudiera atravesar medio país con las carreteras colapsadas por la nieve y ser detenida en Cuenca, lo cual hace pensar que esta caravana de la muerte de la ETA escogió una ruta "original" para llegar desde la frontera francesa hasta la capital de España. ¿Sabía algo diferente Azkárraga? Creemos que algo debía saber porque, casualmente, personajes como Felipe González o Juan Carlos Rodríguez Ibarra también insinuaron lo mismo. Si eso es así, ¿fue realmente la ETA la que llevaba la caravana de la muerte o alguien se hizo pasar por la organización terrorista para tomar el pelo al Gobierno? En esos días de marzo de 2004 Julio Anguita saltó a la palestra con unas declaraciones que provocaron un gran escándalo pero que, analizadas en frío, son excesivamente interesantes. En concreto, el líder comunista afirmó lo siguiente:

Yo, la verdad, cada día estoy más seguro de que la ETA actual está teledirigida por las cloacas del Estado

¿Se refería Anguita, que al igual que nosotros era escéptico en torno a los que nos han contado sobre el 11-M, a lo mismo que Azkárraga o González? ¿A qué se refería con el término "cloacas del Estado"?

domingo, 29 de noviembre de 2020

Ábalos, la Transición y el "Tiempo Nuevo"

El ministro de Transporte, José Luís Ábalos, es uno de los pesos pesados del Gobierno y del PSOE, una formación que, desde hace casi un año, gobierna España en coalición con Podemos. En reiteradas ocasiones, el titular de la cartera dedicada a la mejora de las comunicaciones e infraestructuras del país es primera plana por sus declaraciones que, en no pocas ocasiones, son sorprendentes. No es exagerado decir que, después de Pedro Sánchez, Ábalos forma con Adriana Lastra un tándem perfecto a la hora de mantener la ortodoxia ideológica del partido. 

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado ha estado rodeada de polémica por las alianzas que Pedro Sánchez, y apoyado de manera unánime por el partido, ha tejido con los separatistas de todo tipo y condición, sin excluir a Bildu, una formación proveniente, como todo el mundo sabe, del universo etarra que tanto dolor provocó en la sociedad española durante décadas. Ante el aluvión de críticas, Ábalos justificó el acercamiento de Sánchez a Bildu y llegó a equiparar la Transición con las maniobras ejecutadas por su jefe de filas. Tal comparación es una falacia. En la Transición los partidos políticos, desde el PCE hasta AP; velaron por el interés común. Bildu, como dejó claro un portavoz hace poco, solo pretende dinamitar el régimen para crear una nación vasca independiente. "Tumbar el régimen", lo llaman.

Volvamos por un momento a la trágica jornada del 11-M. En la mañana del 11 de marzo de 2004, cuando aún la autoría oficial de la matanza se adjudicaba a ETA, el periodista Iñaki Gabilondo dijo en su programa que la masacre debía ser un revulsivo para pasar página y dar paso a "un tiempo nuevo". Éstas fueron sus palabras:

No vale una respuesta digamos convencional, asistir a unas manifestaciones multitudinarias. No, tiene que haber un cambio de página. No se puede seguir viviendo como se ha vivido, de espaldas unos a otros, cada uno encerrado en su burbuja autista. España tiene que plantearse las cosas de otra manera. Un tiempo nuevo.

Más adelante afirma:

Esto solo puede despacharse con la política de las grandes solemnidades. La que hizo de España un país modélico cuando fue capaz de afrontar el desafío monumental del fin de la dictadura, con una transición inesperada, con la elaboración de una Constitución que nos desconcertó a todos por haber sido capaz de unir posiciones políticas clamorosamente divergentes, por lo que significó el pacto de la Moncloa, por lo que se significaron algunas cosas que se gestionaron con política mayor.

En el momento en que Iñaki Gabilondo pronunció esta reflexión de hondo calado (11:35 am del 11-M) la autoría recaía en la ETA. Sus palabras eran una crítica a la política llevada por Aznar contra el terrorismo y apostaba, de manera sibilina, por una negociación aunque no explicó en qué sentido se debería llevar a cabo. En aquella jornada del 11 de marzo, todos, menos Otegi, señalaban a la banda terrorista como autora de la matanza que se llevó por delante a 191 españoles. Independientemente de quién estuvo detrás del atentado, ¿no estamos viviendo "un tiempo nuevo" en estos días al ver la alianza táctica/estratégica de Sánchez con Bildu? No me digan que no es casualidad que Ábalos ponga sobre la mesa el mismo argumento, comparar la Transición con una negociación con la ETA y sus altavoces políticos, que Iñaki Gabilondo en la mañana de aquel infame 11-M.

viernes, 3 de julio de 2020

Nuevos datos sobre el asesinato de Begoña Urroz

Hace más de cinco años, cuando este blog empezaba su andadura, publicamos un artículo sobre el asesinato, mediante una bomba depositada en las consignas, de la pequeña Begoña Urroz, que en ese momento solo tenía 2 años, en la estación de Amara de San Sebastián el 27 de junio de 1960. En aquel texto nos hicimos eco de unas investigaciones sobre la autoría de este crimen que, durante años, no estuvo clara. Según esas investigaciones se llegó a la conclusión de que el atentado fue obra de la ETA. 

Sin embargo, el pasado jueves 25 de junio supimos, gracias a la edición del día de The Times se hizo eco de una información de El País, que el atentado lleva otra firma. El grupo responsable de esta acción criminal fue el DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación), una banda de inspiración izquierdista, y que contó con el apoyo de la Cuba de Fidel Castro, que pretendía derrocar, mediante la violencia, las dictaduras de Franco en España y de Salazar en el vecino Portugal. Este vuelco en la historia ha sido posible gracias a las pesquisas efectuadas por el Centro de la Memoria de las Víctimas del Terrorismo. En otra investigación, llevada a cabo por Gaizka Fernández, se asegura que al menos dos personas de la estación reconocieron a Guillermo Santoro, uno de los autores materiales del crimen y que perteneció al DRIL.

De este modo, la primera víctima mortal de la ETA sería el guardia civil José Pardines que fue tiroteado en 1968 en la provincia de Guipúzcoa.

domingo, 31 de marzo de 2019

Iparretarrak sabotea el Talgo nocturno París-Madrid

En la madrugada del sábado 18 de febrero de 1984, el Talgo que unía París con Madrid sufrió un sabotaje en las cercanías de la localidad de Urruña, cerca de Hendaya. El atentado hizo que el convoy descarrilara pero ninguno de los viajeros sufrió daños personales. Según informó El País, en su edición del 19 de febrero, la comunicación ferroviaria entre Francia y España estuvo interrumpida durante tres horas. El atentado, perpetrado por Iparretrarrak ( que podríamos traducir como "los del Norte") y  que consistió en seccionar una parte de la vía con un soplete*, pretendía causar una masacre de incalculables proporciones ya que el objetivo era, en realidad, atacar el citado tren, que sufrió pocos daños gracias a la pericia del maquinista, y el Expreso Puerta del Sol que venía de Madrid y que tenía como destino la capital francesa. El atentado se produjo en el contexto de las acciones del GAL, que previamente había secuestrado a Segundo Marey y había asesinado a cuatro miembros de la ETA en Bayona. Además, dos miembros de la ETA habían desaparecido.

La organización terrorista Iparretarrak, que reivindicó el atentado en un llamada telefónica al diario Sud-Ouest, era la réplica de la ETA en el País Vasco francés. Unos meses más tarde, se supo que la ETA había mostrado su malestar por la acción ejecutada por Iparretarrak, puesto que tales atentados provocarían un aumento de la presión de Francia a ETA en lo que era el santuario etarra por excelencia.

*Otra fuente apunta a que el atentado fue perpetrado con explosivos.

Fuentes
  • ABC de Madrid, 17 de julio de 1984. Página 20.
  • Enelo Bidegan: Iparretarrak,:Historia de una Organización Política Armada.

domingo, 23 de diciembre de 2018

ETA intentó volar la estación de Chamartín en 2003

Imagen de una reunión de la cúpula de la ETA.
Fuente: ABC, 24 de febrero de 1980.
El año 2003 podría haber acabado con una tragedia de proporciones comparables a las que luego provocó el 11-M. La organización terrorista ETA pretendía volar la estación de tren de Chamartín en Nochebuena, una fecha señalada en la que la afluencia de viajeros es mayor. Dos miembros de ETA, que fueron detenidos por la Policía, colocaron dos maletas que llevaban 50 kg de explosivos en el Intercity Irún-Madrid, que fue detenido en Burgos, con el fin de que su explosión volara la estación madrileña en la tarde del 24 de diciembre de 2003. No era la primera vez que la ETA atacaba esta estación. Ya en 1979, la organización terrorista puso bombas en Atocha y Chamartín que causaron varios muertos y heridos.

sábado, 3 de diciembre de 2016

ETA asesina a Ignacio Uría, un empresario relacionado con el AVE vasco

Tal día como hoy, pero del año 2008, la banda terrorista ETA (aunque algunos no quieran recordarlo existió), asesinó al empresario vasco Ignacio Uría, propietario de la empresa Altuna y Uría. Esta empresa estaba vinculada a la construcción del AVE en el País Vasco y eso fue motivo suficiente para que los etarras situaran al empresario en el punto de mira. La ETA, al igual que con otras infraestructuras, se opuso a su manera al proyecto y la empresa de Uría venía sufriendo desde hace tiempo el acoso y derribo de los etarras. Otra de las razones para su "ejecución" (así denominó ETA el asesinato) fue su negativa a pagar el denominado "impuesto revolucionario".

viernes, 16 de septiembre de 2016

Urnieta, 16 de septiembre de 1983

Nuevo atentado de la ETA en una estación de ferrocarril. El policía nacional Pablo Sánchez César, de 24 años y natural de Badajoz, fue asesinado a balazos mientras esperaba el tren que le llevaba a San Sebastián, ciudad en la que trabajaba. Los miembros de ETA, que actuaron a cara descubierta, llegaron a rematarlo en el suelo y no les importó la presencia de numerosos viajeros, algunos de los cuales sufrieron ataques de histeria.

martes, 30 de agosto de 2016

ETA y la Alta Velocidad

A pesar de los intentos de blanqueo histórico, en España hubo una banda terrorista, cuyas siglas eran ETA, que, en nombre de una hipotética patria vasca, asesinó a casi mil personas en el medio siglo de su negra y siniestra trayectoria. Los lectores más asiduos habrán podido comprobar que he dedicado varias entradas a recordar los atentados que la ETA ha perpetrado en instalaciones ferroviarias. Sin ir más lejos, el primer atentado mortal de la banda tuvo lugar, precisamente, en la estación de tren de San Sebastián en 1961 en el que murió la niña Begoña Urroz. Todo el mundo sabe que la liberación de un pueblo oprimido pasa, inexorablemente, por el asesinato de niños indefensos.

A lo largo de su historia, ETA ha colocado en el punto de mira a diversos proyectos de envergadura que, en su opinión, dañaban el bienestar del pueblo redimido. El primer caso fue el de la central nuclear de Lemóniz. La ETA asesinó a varias personas relacionadas con el proyecto, entre ellas el ingeniero José María Ryan. La autovía de Leizarán fue otro proyecto que la ETA entendió como lesivo para los intereses del pueblo elegido. El proyecto inicial fue modificado tras una campaña de amenazas y atentados que se saldó con tres asesinados. Las instituciones no estuvieron, una vez más, a la altura y se acobardaron ante el chantaje de la ETA que no dudó en festejar públicamente la retirada del plan inicial.

El último proyecto que la ETA ha intentado boicotear, aunque sin éxito, es el de la Y vasca, es decir, la llegada de la Alta Velocidad al País Vasco. En diversos comunicados, la organización terrorista avisaba de las posibles consecuencias de la participación en el proyecto. Así justificó la ETA su campaña contra el AVE:
Queremos enviar un aviso claro a los ingenieros, técnicos superiores, responsables o dirigentes de empresas que participan en las obras o tienen que ver con ello para que suspendan los trabajos y se pueda producir el debate público que están reclamando los agentes populares.
Más adelante seguía:
Mientras se siga adelante con esta destrucción y este macroproyecto por decreto y sin debate público, los citados responsables y sus propiedades serán objetivo de ETA
Este comunicado fue publicado por Gara semanas después del atentado mortal contra el empresario Ignacio Uría en Azpeitia (Guipúzcoa). No está de más recordar estas cosas ya que en estos días, así lo dije al inicio de este texto, algunos parecen haber olvidado lo que supuso la ETA en la historia reciente de España.

martes, 19 de julio de 2016

Madrid, 19 de julio de 1989

Dos oficiales de Intendencia del Ejército de Tierra, el coronel José María Martín Posadillo y el comandante Ignacio Julio Baragua Arbués, son asesinados por ETA en las inmediaciones de la estación de Atocha. El soldado que conducía el coche oficial, Fernando Vilches Aznar, resultó gravemente herido. Los militares asesinados habían ido del Gobierno Militar a una oficina de Renfe situada en la Avenida de Barcelona, muy cerca de la estación de Atocha.

martes, 26 de abril de 2016

ETA amenaza varias líneas férreas en abril de 1989

A pesar de los últimos intentos de blanqueo de su historia, en España hubo una banda terrorista llamada ETA que, en nombre de una hipotética patria vasca que abarcaría provincias de España y Francia, asesinó a casi un millar de personas de toda condición e ideología por todo el territorio nacional. Ese ramillete de criminales pretendió causar el mayor daño posible y el ferrocarril, como ya hemos visto otras veces, no fue ajeno a la actividad terrorista.

A mediados de abril de 1989, hace exactamente 27 años, la banda terrorista ETA logró paralizar buena parte del tráfico ferroviario español al amenazar con destruir instalaciones de varias líneas férreas. Esas líneas eran Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia y Madrid-Sevilla. El corte temporal de estas líneas férreas provocó la paralización del tráfico ferroviario de Madrid con todo el sureste y noreste del país.

La amenaza terrorista provocó que el caos fuera total. En una nota publicada en su día por el diario Egin, por entonces portavoz mediático de la banda, la banda terrorista anunció la colocación de un artefacto explosivo en el puente de Tembleque (Toledo), situado a 100km al sur de Madrid. Las inspecciones de la Guardia Civil fueron infructuosas y no se localizó el artefacto. En Brazatortas (Ciudad Real) se reforzó la vigilancia de los depósitos de explosivos que eran necesarios para la construcción de la Línea de Alta Velocidad de Madrid a Sevilla. Algunos trenes fueron desviados pero la mayoría tuvieron que ser suspendidos.

sábado, 20 de febrero de 2016

¿Fue el AVE moneda de cambio en la lucha contra la ETA?

La primera línea de AVE española, la que une Madrid con Sevilla, está envuelta en la polémica desde 1992, año en que se inauguró oficialmente para su uso comercial. No son pocos los que afirman que la adjudicación de los trenes a la empresa francesa Alsthom, en detrimento de la alemana Siemens (al final no salió tan mal parada), fue una contrapartida por la detención de miembros de ETA por parte de Francia, algo que no siempre sucedió y que en tiempos de Miterrand mejoró sustancialmente. Más testimonios sobre este tema aquí.

martes, 29 de diciembre de 2015

Irún, 29 de diciembre de 1982

La estación fronteriza de Irún fue testigo, en diciembre de 1982, de otro atentado de la banda terrorista ETA. Tal día como hoy, pero de hace 33 años, dos pistoleros de la ETA asesinaron, a las 7:45 de la mañana, a dos guardias civiles que inspeccionaban un tren. Las víctimas fueron Juan García Mencía, de 48 años y natural de Gordalizo del Pino (León),  y Manuel López Fernández, de 22 años y natural de Málaga. En 1982, la Guardia Civil tuvo 12 bajas por atentados terroristas, el doble que el anterior.

miércoles, 29 de julio de 2015

Madrid, 29 de julio de 1979

ETA ATENTA EN ATOCHA Y CHAMARTÍN.



El contexto.


Las estaciones de tren, desgraciadamente, han sido también escenario de hechos trágicos. En 1979, el terrorismo de la ETA estaba en su cénit (sólo en ese año las víctimas fueron más de 80). Era rara la semana en la que no se producía un atentado dentro o fuera del País Vasco. A la ETA no le interesaba lo más mínimo el debate sobre el futuro del Estatuto de Guernica. No satisfacía sus intereses máximos. Tampoco se sentía cómoda con la joven democracia que había comenzado a andar en junio de 1977. El objetivo de la ETA era claro: conseguir, por medio de la fuerza, un Estado vasco independiente y revolucionario que incluyera a las tres provincias vascas, Navarra y el País Vasco francés. 

ETA ataca en tres puntos simultáneos.


A finales de julio de 1979, la banda terrorista ETA, en concreto su rama político-militar, decide perpetrar una cadena de atentados en tres lugares emblemáticos de Madrid: el aeropuerto de Barajas y las estaciones de Atocha y Chamartín. En el caso de las estaciones de Renfe, los terroristas de la ETA introdujeron las bombas en los servicios de consigna de las estaciones. El resultado de las explosiones fue de seis muertos y centenares de personas heridas. No fue la primera ni sería la última vez que la ETA dejara su sello de terror en una estación de tren.

sábado, 27 de junio de 2015

La primera víctima de la ETA

El ferrocarril, con demasiada frecuencia, también ha sido protagonista de noticias luctuosas. Hoy, 27 de junio, se cumplen 55 años del primer atentado de la ETA con víctimas mortales y el escenario fue una estación de tren. La ETA, que había sido fundada oficialmente en 1958, era una organización que pretendía, que pretende mejor dicho porque aún no se ha disuelto, implantar un Estado vasco independiente y revolucionario. Su objetivo es conseguir, por la vía de la fuerza, la independencia de las tres provincias vascas, Navarra y el País Vasco francés. En total, siete territorios o herrialdes. Lo que en un principio era una mera asociación de jóvenes nacionalistas insatisfechos, provenientes de las juventudes del PNV, se iba a convertir en una de las más longevas y mortíferas organizaciones terroristas de Europa Occidental.

El 27 de junio de 1960 la organización terrorista ETA siembra de artefactos explosivos las líneas ferroviarias de España. Cinco explosiones tuvieron lugar en diversos puntos de la geografía española. En concreto, la ETA puso bombas en el tren correo Madrid-Barcelona, y en consignas de estaciones de Madrid, Barcelona y San Sebastián. Precisamente, en la donostiarra estación de Amara, tuvo lugar el atentado que se llevó por delante a la niña Begoña Urroz Ibarrola de 22 meses y provocó heridas a otras cinco personas. También hubo otra explosión en la estación del Norte de la misma ciudad, aunque sin víctimas. Begoña Urroz fue literalmente abrasada por la deflagración: el 90% de su cuerpo tenía quemaduras de consideración y no se escapó de la muerte. En las notas oficiales de la época, las siglas de la ETA no aparecían. Se hablaba de enemigos internos y externos que pretendían socavar la paz del pueblo español. Pero nada más. ETA, que era tímidamente conocida en el País Vasco por los pasquines que aparecían de vez en cuando, tampoco reivindicó el atentado. Siete años después, la ETA perpetró su primer atentado "oficial" con el asesinato del guardia civil José Pardines. Pero de lo sucedido en Amara nadie dijo nada hasta muchos años después. En la década de los noventa, gracias a las investigaciones de José Antonio Pagola y Ernest Lluch (asesinado por ETA en 2000), se aclaró la autoría de este atentado. A pesar de esto, el entorno de la ETA sigue negando su responsabilidad.