A pesar de los intentos de blanqueo histórico, en España hubo una banda terrorista, cuyas siglas eran ETA, que, en nombre de una hipotética patria vasca, asesinó a casi mil personas en el medio siglo de su negra y siniestra trayectoria. Los lectores más asiduos habrán podido comprobar que he dedicado varias entradas a recordar los atentados que la ETA ha perpetrado en instalaciones ferroviarias. Sin ir más lejos, el primer atentado mortal de la banda tuvo lugar, precisamente, en la estación de tren de San Sebastián en 1961 en el que murió la niña Begoña Urroz. Todo el mundo sabe que la liberación de un pueblo oprimido pasa, inexorablemente, por el asesinato de niños indefensos.
A lo largo de su historia, ETA ha colocado en el punto de mira a diversos proyectos de envergadura que, en su opinión, dañaban el bienestar del pueblo redimido. El primer caso fue el de la central nuclear de Lemóniz. La ETA asesinó a varias personas relacionadas con el proyecto, entre ellas el ingeniero José María Ryan. La autovía de Leizarán fue otro proyecto que la ETA entendió como lesivo para los intereses del pueblo elegido. El proyecto inicial fue modificado tras una campaña de amenazas y atentados que se saldó con tres asesinados. Las instituciones no estuvieron, una vez más, a la altura y se acobardaron ante el chantaje de la ETA que no dudó en festejar públicamente la retirada del plan inicial.
El último proyecto que la ETA ha intentado boicotear, aunque sin éxito, es el de la Y vasca, es decir, la llegada de la Alta Velocidad al País Vasco. En diversos comunicados, la organización terrorista avisaba de las posibles consecuencias de la participación en el proyecto. Así justificó la ETA su campaña contra el AVE:
Queremos enviar un aviso claro a los ingenieros, técnicos superiores, responsables o dirigentes de empresas que participan en las obras o tienen que ver con ello para que suspendan los trabajos y se pueda producir el debate público que están reclamando los agentes populares.Más adelante seguía:
Mientras se siga adelante con esta destrucción y este macroproyecto por decreto y sin debate público, los citados responsables y sus propiedades serán objetivo de ETA
Este comunicado fue publicado por Gara semanas después del atentado mortal contra el empresario Ignacio Uría en Azpeitia (Guipúzcoa). No está de más recordar estas cosas ya que en estos días, así lo dije al inicio de este texto, algunos parecen haber olvidado lo que supuso la ETA en la historia reciente de España.
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