La Segunda Guerra Mundial en general, y el terrible episodio del Holocausto en particular, sigue ocupando espacios en los medios de comunicación, lo cual demuestra que aún a día de hoy seguimos sin saber muchos detalles y episodios realmente notables. Hace unos días el diario The Times se hizo eco de una historia realmente impresionante y es el único caso, hasta ahora conocido y documentado, de un asalto a un tren que transportaba a 1.631 judíos belgas hacia el campo de exterminio de Auschwitz.
La historia empieza el 17 de marzo de 1943 cuando tres personas de una misma familia judía son detenidas en Bruselas por la Gestapo. Después de pasar un mes en un campo de detención situado en Mechelen, son trasladados a un tren, compuesto de vagones de ganado, que tenía como destino el campo de exterminio de Auschwitz. Al poco de salir de Mechelen, tres miembros de la resistencia belga consiguen detener el convoy en las cercanías de la localidad de Boortmeerbeek. El ataque de estos tres jóvenes, cuyas edades estaban entre los 22 y 25 años, provocó que 233 judíos salieran del tren aunque solo 118 sobrevivieron.