domingo, 29 de noviembre de 2020

Ábalos, la Transición y el "Tiempo Nuevo"

El ministro de Transporte, José Luís Ábalos, es uno de los pesos pesados del Gobierno y del PSOE, una formación que, desde hace casi un año, gobierna España en coalición con Podemos. En reiteradas ocasiones, el titular de la cartera dedicada a la mejora de las comunicaciones e infraestructuras del país es primera plana por sus declaraciones que, en no pocas ocasiones, son sorprendentes. No es exagerado decir que, después de Pedro Sánchez, Ábalos forma con Adriana Lastra un tándem perfecto a la hora de mantener la ortodoxia ideológica del partido. 

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado ha estado rodeada de polémica por las alianzas que Pedro Sánchez, y apoyado de manera unánime por el partido, ha tejido con los separatistas de todo tipo y condición, sin excluir a Bildu, una formación proveniente, como todo el mundo sabe, del universo etarra que tanto dolor provocó en la sociedad española durante décadas. Ante el aluvión de críticas, Ábalos justificó el acercamiento de Sánchez a Bildu y llegó a equiparar la Transición con las maniobras ejecutadas por su jefe de filas. Tal comparación es una falacia. En la Transición los partidos políticos, desde el PCE hasta AP; velaron por el interés común. Bildu, como dejó claro un portavoz hace poco, solo pretende dinamitar el régimen para crear una nación vasca independiente. "Tumbar el régimen", lo llaman.

Volvamos por un momento a la trágica jornada del 11-M. En la mañana del 11 de marzo de 2004, cuando aún la autoría oficial de la matanza se adjudicaba a ETA, el periodista Iñaki Gabilondo dijo en su programa que la masacre debía ser un revulsivo para pasar página y dar paso a "un tiempo nuevo". Éstas fueron sus palabras:

No vale una respuesta digamos convencional, asistir a unas manifestaciones multitudinarias. No, tiene que haber un cambio de página. No se puede seguir viviendo como se ha vivido, de espaldas unos a otros, cada uno encerrado en su burbuja autista. España tiene que plantearse las cosas de otra manera. Un tiempo nuevo.

Más adelante afirma:

Esto solo puede despacharse con la política de las grandes solemnidades. La que hizo de España un país modélico cuando fue capaz de afrontar el desafío monumental del fin de la dictadura, con una transición inesperada, con la elaboración de una Constitución que nos desconcertó a todos por haber sido capaz de unir posiciones políticas clamorosamente divergentes, por lo que significó el pacto de la Moncloa, por lo que se significaron algunas cosas que se gestionaron con política mayor.

En el momento en que Iñaki Gabilondo pronunció esta reflexión de hondo calado (11:35 am del 11-M) la autoría recaía en la ETA. Sus palabras eran una crítica a la política llevada por Aznar contra el terrorismo y apostaba, de manera sibilina, por una negociación aunque no explicó en qué sentido se debería llevar a cabo. En aquella jornada del 11 de marzo, todos, menos Otegi, señalaban a la banda terrorista como autora de la matanza que se llevó por delante a 191 españoles. Independientemente de quién estuvo detrás del atentado, ¿no estamos viviendo "un tiempo nuevo" en estos días al ver la alianza táctica/estratégica de Sánchez con Bildu? No me digan que no es casualidad que Ábalos ponga sobre la mesa el mismo argumento, comparar la Transición con una negociación con la ETA y sus altavoces políticos, que Iñaki Gabilondo en la mañana de aquel infame 11-M.

jueves, 26 de noviembre de 2020

De Sevilla a Cádiz: la unión entre el flamenco y el ferrocarril

El pasado 16 de noviembre se celebró el día Internacional del Flamenco con motivo de la inclusión de este arte en la lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, un hecho que tuvo lugar en 2010. Aunque sea con retraso, quisiéramos comentar un aspecto muy curioso que vincula, precisamente, el arte flamenco con el ferrocarril. Rafael Infante, director en 2014 de la cátedra de Flamenco de la Universidad de Sevilla, declaró en una entrevista concedida al Diario de Sevilla que para entender el nacimiento de este arte es necesario coger el tren y recorrer la línea de Sevilla a Cádiz. De esta manera, el viajero podrá visitar poblaciones que han son relevantes dentro del mundo flamenco: Sevilla, Utrera, Lebrija, Jerez de la Frontera, El Puerto, Puerto Real, San Fernando y, finalmente, Cádiz. Nosotros pudimos comprobar la veracidad de ese aserto cuando, en febrero de 2016, visitamos la localidad sevillana de Utrera y cuya crónica podéis leer en El Guardagujas. En este sentido, este año estaba previsto la circulación de un tren especial, denominado "Tren Turístico del Flamenco", que iba a recorrer esta línea de ferrocarril aprovechando la celebración de la Bienal de Flamenco en Sevilla pero, a causa de la pandemia, no ha sido posible.

viernes, 20 de noviembre de 2020

El Montañés de la Esquina

El pasado verano, concretamente el sábado 2 de agosto, estuvimos desayunando en un bar emblemático de El Puerto de Santa María llamado Bar Vicente Los Pepes al cual dedicamos un vídeo en nuestro canal de Youtube. La amabilidad desplegada por los dueños del local fue extraordinaria y, además de permitirnos la realización del vídeo antes mencionado, nos contaron anécdotas sobre la historia de este legendario bar de El Puerto. Fue precisamente, durante nuestra conversación con el responsable del establecimiento, fundado por montañeses, cuando nos mostró el cartel que aparece en la foto que acompaña la presente entrada. En este cartel, en el que aparece un extracto de la novela "El Montañés de la Esquina" de Venancio González, aparece una mención al trazado ferroviario de las Hoces de Bárcena, un tramo de especial dificultad de la línea Palencia-Santander. 

domingo, 8 de noviembre de 2020

La Guerra Civil Rusa y el ferrocarril: los planes de Denikin en 1919

Tras la revolución de 1917, Rusia se enfrentó a una terrible guerra civil protagonizada por los rojos (partidarios del partido bolchevique de Lenin) y los blancos que pretendían derrocar el régimen surgido tras el golpe de estado de octubre del año anteriormente citado. Esta contienda, en la que también jugaron un papel relevante diversas potencias extranjeras, tuvo sus teatros de operaciones muy ligados al ferrocarril. De hecho, no es exagerado decir que es imposible entender los movimientos de los ejércitos contendientes sin el apoyo de este medio de transporte. Además, las líneas de ferrocarril permitían, en la inmensidad del territorio ruso, seguir rutas que favorecían movimientos y ofensivas.

El 3 de julio de 1919, el general Denikin llegó a Tsaritsyn, la futura Stalingrado que se hizo famosa en 1942-1943 por la batalla que provocó la rendición del VI ejército de Von Paulus. En esa ciudad, el general blanco emitió la orden secreta 08878 que tenía por título "Directiva de Moscú". En ese documento se recogían las operaciones militares que las Fuerzas Armadas del Sur de Rusia tenían que llevar a cabo para conquistar la nueva capital del país. Estas operaciones requerían que los ejércitos se abrieran en abanico y que avanzasen hasta la capital siguiendo el trazado de las líneas de ferrocarril. De este modo, el plan contemplaba lo siguiente:
  • El ejército del Cáucaso de Wrangel debía seguir la vía férrea a través de la región occidental del Volga hasta Nizhni Nóvgorod donde giraría al oeste a lo largo de la línea Vladimir-Moscú.
  • El ejército del Don de Sidorin debía avanzar a lo largo del ferrocarril Vorónezh-Riazán-Moscú y, en parte, por la vía paralela por el este.
  • Finalmente los voluntarios de Mai-Mayevski tomarían la siguiente línea hacia el oeste: Kursk-Oriol-Tula-Moscú.
Fuente: Evan Mawsley. Blancos contra Rojos (La Guerra Civil Rusa). Desperta Ferro. Madrid. 2017.

domingo, 1 de noviembre de 2020

La muerte de Antonio Susillo en San Jerónimo (Sevilla)

El cementerio de Sevilla no es, como ya hemos comentado en otros foros, uno más. Siempre es impresionante visitar un camposanto pero el de la capital andaluza tiene unas características que, desde luego, no dejarán indiferente a quienes lo visiten. El Cristo de las Mieles, que aparece en la imagen que acompaña el presente texto, es, junto con el mausoleo de Joselito, lo más relevante que se puede ver en la necrópolis hispalense. Este crucificado está emplazado la rotonda principal del cementerio y bajo sus pies descansa su autor, el escultor sevillano Antonio Susillo (1857-1896). Este hombre pasó de la gloria a la nada, de la fama a la tragedia. Su biografía encajaría perfectamente en los cánones del Romanticismo más genuino. Según contaba La Ilustración Española y Americana, en su edición del 8 de enero de 1897, Susillo supuso la irrupción, tras dos siglos de inactividad, de la escuela sevillana de escultura. Así, la revista lo sitúa al nivel de Martínez Montañés, La Roldana y Alonso Cano. 

El 22 de diciembre de 1896 tuvo lugar la trágica muerte de Antonio Susillo. El genial escucltor cogió el tren correo de la mañana en la estación de Plaza de Armas y se bajó en la de San Jerónimo. Al reanudar el tren la marcha, varias personas, entre ellas la pareja de guardias civiles que iban a bordo, observaron que un hombre. que estaba a un km de la estación, sacó una pistola con la que se pegó un tiro por debajo de la barba. La pareja de la Guardia Civil  disparó sus fusiles y el tren detuvo la marcha. Al poco rato, el tren se marchó y uno de los guardias civiles, desde la estación, comunicó la incidencia mientras el otro custodiaba el cadáver. El juez instructor encontró dos tarjetas, escritas a lápiz, en las que el malogrado artista decía que su heredera era su esposa a la que dejaba como heredera. Según contó la prensa en su momento, parece que la muerte de Susillo vino dada por la ruina económica en la que se hallaba. El escultor, que estaba perdidamente enamorado de su segunda mujer, no escatimó en gastos para contentarla (se gastó 9.000 duros en reformar la casa familiar). Además, esperaba una importante suma de dinero por su trabajo de Colón que iría a La Habana pero el Gobierno, por culpa de la guerra que entonces se libraba en la isla caribeña, no le había pagado de momento. 

Fuente: La Ilustración Española y Americana. 8 de enero de 1897.