sábado, 27 de febrero de 2016

Utrera: flamenco, nudo ferroviario y repostería (y III)

Mostachones de Utrera de Diego Vázquez.
Febrero de 2016. Foto: Jorge.
He dedicado dos entradas a la situación ferroviaria de Utrera. Pero, como dije en la primera, la visita no quedó, ni mucho menos, acotada a la estación. Era lógico aprovechar la mañana y pasear por esta señera población de la campiña sevillana. El viajero que se acerque a Utrera en tren debe pasear durante un cuarto de hora, eso fue lo que yo tardé, antes de llegar a la Plaza de Santa Ana y la Plaza del Altozano. Lo primero que se puede contemplar es un monumento dedicado al cántabro Clemente de la Cuadra, siendo su autor el famoso y malogrado escultor sevillano Antonio Susillo, del cual comentaré algo en los próximos meses. Tras el monumento, como dije antes, llegamos a la plaza de Santa Ana y, tras ella, encontramos la plaza del Altozano, verdadero centro neurálgico de la localidad en la que se pueden encontrar pastelerías, donde se pueden adquirir los famosos mostachones, bares y restaurantes. Una vez en el Altozano se pueden hacer dos cosas. En primer lugar, dirigirse al casco antiguo u optar por ir al Santuario de Nuestra Señora de la Consolación, patrona de Utrera y que se puede ver en muchos mosaicos repartidos por varios puntos de la ciudad. Yo me dirigí al casco antiguo para contemplar los diversos monumentos que ofrece Utrera. Lo primero que vi fue el Callejón del Niño Perdido, un callejón antiguo que me recordó al de Croquer en San Fernando.

Callejón del Niño Perdido. Febrero de 2016.
Foto: Jorge.
Comparen ustedes con esta imagen del Callejón de Cróquer en la Isla de León:

Callejón de Cróquer en San Fernando (Cádiz). Abril de 2009.
Fuente: Jorge.
En Utrera hay dos iglesias importantes: Santiago y Santa María de Mesa. Desgraciadamente no pude ver el interior de ninguna de ellas, pero, al menos, pude recrearme con su espléndida arquitectura.

Iglesias de Santa María de Mesa.
Febrero de 2016. Foto: Jorge.
Utrera, así lo digo en el título de esta serie, es conocida por su aportación al flamenco y algunos monumentos recuerdan esta vinculación.

Monumento al flamenco en la Plaza del Altozano.
Febrero de 2016. Foto: Jorge.
Quiero terminar mi crónica con una imagen de la patrona de la ciudad, Nuestra Señora la de la Consolación, una advocación mariana que trasciende los límites de Utrera.

Mosaico de la patrona de Utrera.
Febrero de 2016. Foto: Jorge.
Y así termina mi visita a Utrera. Quiero agradecer, desde estas líneas, la hospitalidad que pude comprobar en las calles utreranas la mañana del primer sábado de febrero. 

2 comentarios:

The wandering dreamer dijo...

Buen articulo de mi pueblo. Gracias

Jorge Alfonso Guillén dijo...

Muchas gracias por tu interés. Utrera es una ciudad que me encanta y espero volver muy pronto, siempre y cuando el virus me deje. Un saludo cordial.