El pasado 14 de noviembre, RNE emitió un interesante reportaje sobre el crimen del Expreso de Andalucía. Por su interés, voy a hacer un resumen con las principales ideas que se dijeron en el documental radiado.
A las 4:37 del 12 de abril de 1924 (Sábado de Pasión), el tren Expreso de Andalucía, procedente de Madrid y con destinos Cádiz y Málaga, llegó a la estación de Marmolejo (Jaén). Los funcionarios de Correos que iban a intercambiar las sacas con los que iban en el furgón no pudieron llevar a cabo su tarea. El furgón correo no se abrió. En su interior nadie daba señales de vida. Lo mismo pasó en las estaciones cordobesas de Villa del Río y Montoro. A las 6 de la mañana, el tren llevó a Córdoba. Se repitió la escena. Se llamaba insistentemente a la puerta y nadie respondía. Los ambulantes rompieron los cristales para entrar en el furgón. Al entrar, los funcionarios se encontraron un espectáculo dantesco. Los dos funcionarios de Correos estaban muertos sobre un gran charco de sangre y la correspondencia estaba en el suelo. ¿Qué fue realmente lo que pasó en este tren?
Lo primero que hay que decir es que este suceso supuso un varapalo para los servicios de seguridad. España estaba gobernada desde septiembre de 1923, con el consentimiento del Rey Alfonso XIII, por el General Primo de Rivera que había instaurado una dictadura. El país estaba sometido a la ley marcial, lo cual da idea de la trascendencia de este suceso.
Los miembros de la banda
Los miembros de la banda
La idea del crimen surge en la mente de un trabajador del área bancaria de Correos. Se trata de José María Sánchez Navarrete de 36 años. Aprobó las oposiciones al Cuerpo de Correos en 1909. Era una persona que iba de cabeza a la delincuencia puesto que en 1917 y 1919 ya tuvo problemas con el contrabando de tabaco. A lo anterior, se suman las deudas contraídas por su ludopatía. Otros participantes en el crimen fueron los siguientes:
- José Donday: Compañero sentimental de Navarrete y aficionado a la ingesta de drogas. Nunca tuvo el arrojo suficiente para apoyar en solitario el plan de Navarrete.
- Honorio Sánchez Molina: Intentó ser concejal con el partido de Antonio Maura. Tenía muchas propiedades inmobiliarias en Madrid y una pensión en la Calle Infantes.
- Antonio Teruel: Era amigo del anterior. Era un personaje taciturno y oscuro.
- Francisco de Dios Piqueras: Amigo de Teruel, el cual le invita a asaltar el Expreso de Andalucía. Quería irse a América y ya tenía antecedentes penales.
Situación del servicio ferroviario y postal en 1924
La red ferroviaria estaba muy desarrollada y el servicio postal se servía de ella perfectamente. Correos transportaba su mercancía en coches propios o en coches suministrados por las diversas empresas ferroviarias que existían en la época. En este caso, el Expreso de Andalucía era responsabilidad de la Compañía MZA. A los vagones se les denominaba "ambulancias" o "oficinas ambulantes de Correos". Este coche postal custodiaba importantes cantidades de dinero y documentos.
En 1924, el Expreso de Andalucía, que salía a las 20:20 de Atocha, tardaba 17 horas en llegar a su destino. Su composición era de varios coches de viajeros, un coche restaurante, el furgón postal y una locomotora de vapor. Al llegar a Córdoba, el tren se dividía en dos ramas: Cádiz y Málaga.
El plan
El golpe, que se diseña en la pensión de Honorio Sánchez, se debe ejecutar entre las estaciones de Aranjuez y Alcázar de San Juan. Los ejecutores serán Navarrete, Teruel y Piqueras. Donday los llevará de vuelta a Madrid en un coche. Pretenden dormir a los ambulantes para robar el botín. Navarrete conocía perfectamente cómo acceder al furgón de Correos. Era algo que estaba terminantemente prohibido salvo que se tuviera una autorización expresa.
El golpe
El 11 de abril de 1924, el Expreso de Andalucía salió sin problemas de Madrid. El furgón de Correos era el último de la composición. Los ambulantes eran Santos Lozano, de 45 años, y Ángel Ors, de 30 años. Mientras tanto, Donday se va en taxi a Alcázar de San Juan. Una vez allí, recogerá al resto de la banda en ese mismo taxi. Por su parte, Navarrete, Teruel y Piqueras llegan a Aranjuez en otro tren. Allí esperan la llegada del Expreso de Andalucía. Navarrete, que conoce a Ors, llama al vagón. Los tres miembros logran entrar en el vagón. Le ofrecen a Ors una bebida con narcóticos que no surte efecto. Navarrete sugiere a Teruel y Piqueras abortar el plan, pero sus compañeros no están de acuerdo. Tras pasar la estación de Castillejo-Añover, Antonio Teruel mata a Santos Lozano con unas tenazas.
A continuación, Ángel Ors es atacado con las tenazas. La situación se complica y finalmente le pegan dos tiros. Una vez ejecutados los dos ambulantes, roban todo lo que pueden y se bajan en Alcázar de San Juan donde les espera Donday. En su huída cometieron graves errores, ya que fueron vistos, no sólo por el taxista, sino por otras personas como el encargado de una gasolinera y varios serenos de Madrid.
Como dijimos al principio, nadie se dio cuenta de lo sucedido hasta la llegada del tren a Córdoba. Allí el juez de guardia ordena el levantamiento de los cadáveres. En el cementerio de la ciudad se les practica la autopsia. El funeral fue una impresionante manifestación de duelo. El Gobierno de Primo de Rivera se siente agredido y emprende la caza y captura de los criminales a los que se les aplicará un juicio sumarísimo.
La captura
El Jueves Santo de 1924, dos policías entran en la casa de Antonio Teruel en el número 105 la calle de Toledo de Madrid. Se escapa de la vivienda y la policía detiene a su mujer Carmen Atienza. Finalmente, Antonio Teruel se suicida pegándose un tiro con una pistola Star. Deja una nota manuscrita en la que muestra su arrepentimiento. La compañera de Teruel delata al resto de la banda. Poco a poco, serán detenidos. La excepción fue Donday, que se entregó voluntariamente en la embajada española de París.
El proceso y la condena
Además de los cuatro implicados, en el Consejo de Guerra, desarrollado en la Cárcel Modelo de Madrid, serán procesadas tres mujeres: Carmen Atienza, Antonia Sánchez Molina (copropietaria de la pensión con Honorio) y Encarnación Muñoz. El 8 de mayo se dicta sentencia. José María Sánchez Navarrete, Antonio Teruel y Honorio Sánchez son condenados a la pena de muerte por robo y homicidio. Donday es condenado a 20 años de prisión. Las tres mujeres son absueltas. Las ejecuciones tuvieron lugar el 9 de mayo y generaron críticas en amplios sectores de la sociedad. Ramón J. Sender, entonces periodista en El Sol, fue uno de los testigos de estas ejecuciones.
La red ferroviaria estaba muy desarrollada y el servicio postal se servía de ella perfectamente. Correos transportaba su mercancía en coches propios o en coches suministrados por las diversas empresas ferroviarias que existían en la época. En este caso, el Expreso de Andalucía era responsabilidad de la Compañía MZA. A los vagones se les denominaba "ambulancias" o "oficinas ambulantes de Correos". Este coche postal custodiaba importantes cantidades de dinero y documentos.
En 1924, el Expreso de Andalucía, que salía a las 20:20 de Atocha, tardaba 17 horas en llegar a su destino. Su composición era de varios coches de viajeros, un coche restaurante, el furgón postal y una locomotora de vapor. Al llegar a Córdoba, el tren se dividía en dos ramas: Cádiz y Málaga.
El plan
El golpe, que se diseña en la pensión de Honorio Sánchez, se debe ejecutar entre las estaciones de Aranjuez y Alcázar de San Juan. Los ejecutores serán Navarrete, Teruel y Piqueras. Donday los llevará de vuelta a Madrid en un coche. Pretenden dormir a los ambulantes para robar el botín. Navarrete conocía perfectamente cómo acceder al furgón de Correos. Era algo que estaba terminantemente prohibido salvo que se tuviera una autorización expresa.
El golpe
El 11 de abril de 1924, el Expreso de Andalucía salió sin problemas de Madrid. El furgón de Correos era el último de la composición. Los ambulantes eran Santos Lozano, de 45 años, y Ángel Ors, de 30 años. Mientras tanto, Donday se va en taxi a Alcázar de San Juan. Una vez allí, recogerá al resto de la banda en ese mismo taxi. Por su parte, Navarrete, Teruel y Piqueras llegan a Aranjuez en otro tren. Allí esperan la llegada del Expreso de Andalucía. Navarrete, que conoce a Ors, llama al vagón. Los tres miembros logran entrar en el vagón. Le ofrecen a Ors una bebida con narcóticos que no surte efecto. Navarrete sugiere a Teruel y Piqueras abortar el plan, pero sus compañeros no están de acuerdo. Tras pasar la estación de Castillejo-Añover, Antonio Teruel mata a Santos Lozano con unas tenazas.
A continuación, Ángel Ors es atacado con las tenazas. La situación se complica y finalmente le pegan dos tiros. Una vez ejecutados los dos ambulantes, roban todo lo que pueden y se bajan en Alcázar de San Juan donde les espera Donday. En su huída cometieron graves errores, ya que fueron vistos, no sólo por el taxista, sino por otras personas como el encargado de una gasolinera y varios serenos de Madrid.
Como dijimos al principio, nadie se dio cuenta de lo sucedido hasta la llegada del tren a Córdoba. Allí el juez de guardia ordena el levantamiento de los cadáveres. En el cementerio de la ciudad se les practica la autopsia. El funeral fue una impresionante manifestación de duelo. El Gobierno de Primo de Rivera se siente agredido y emprende la caza y captura de los criminales a los que se les aplicará un juicio sumarísimo.
La captura
El Jueves Santo de 1924, dos policías entran en la casa de Antonio Teruel en el número 105 la calle de Toledo de Madrid. Se escapa de la vivienda y la policía detiene a su mujer Carmen Atienza. Finalmente, Antonio Teruel se suicida pegándose un tiro con una pistola Star. Deja una nota manuscrita en la que muestra su arrepentimiento. La compañera de Teruel delata al resto de la banda. Poco a poco, serán detenidos. La excepción fue Donday, que se entregó voluntariamente en la embajada española de París.
El proceso y la condena
Además de los cuatro implicados, en el Consejo de Guerra, desarrollado en la Cárcel Modelo de Madrid, serán procesadas tres mujeres: Carmen Atienza, Antonia Sánchez Molina (copropietaria de la pensión con Honorio) y Encarnación Muñoz. El 8 de mayo se dicta sentencia. José María Sánchez Navarrete, Antonio Teruel y Honorio Sánchez son condenados a la pena de muerte por robo y homicidio. Donday es condenado a 20 años de prisión. Las tres mujeres son absueltas. Las ejecuciones tuvieron lugar el 9 de mayo y generaron críticas en amplios sectores de la sociedad. Ramón J. Sender, entonces periodista en El Sol, fue uno de los testigos de estas ejecuciones.
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