Hace dos meses, la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) publicó un informe sobre el despilfarro de recursos públicos en nuestro país en las últimas décadas. El informe de la AGE empieza definiendo los conceptos de despilfarro y corrupción:
La relación entre despilfarro público y productividad parece importante. Y también parece importante distinguir entre despilfarro público y corrupción. Toda corrupción implica despilfarro público esto es, ineficiencias y sobrecostes, pero no todo, ni mucho menos, el despilfarro público es corrupción.
La corrupción es la utilización, con medios ilegales o cuanto menos alegales, del sector público para beneficio privado. Las formas más devastadoras de corrupción incluyen la desviación y el propio robo de fondos de programas públicos; el daño causado por tramas criminales organizadas para saquear presupuestos públicos y las prácticas desplegadas por empresas e individuos que pagan sobornos para conseguir contratos o para evitar las regulaciones sobre un amplio abanico de políticas públicas que pretenden beneficiar a todos los ciudadanos es muy elevado.
El despilfarro, como actuación ineficiente desde la perspectiva económica, es el fenómeno general en el que se incardina la corrupción en su vertiente económica. El despilfarro es una actuación, por parte del sector público y/o privado, que casi siempre conlleva sobrecostes respecto a un funcionamiento eficiente.
Como recordaréis, hace dos días hicimos un resumen para entender qué es lo que ha sucedido con el proyecto del Tranvía Metropolitano de la Bahía de Cádiz. Este proyecto, que en un principio iba a llegar a la mismísima plaza de España de la Tacita de Plata, aparece en el informe que estamos comentando y lo califica como "insostenible". Bajo el epígrafe "Geografía del despilfarro en infraestructuras en España", la AGE analiza el despilfarro en las diversas administraciones públicas. En el apartado 3.2 se dedica a comentar lo sucedido en los niveles regional y local, donde se estima que el despilfarro alcanza como mínimo los 35.000 millones de euros, y es donde aparece el caso del Tranvía de Cádiz a Chiclana:
Los proyectos han sido abandonados o permanecen inconclusos después de centenares de millones de euros de inversión. Desde líneas de tranvía insostenibles (Jaén, Vélez-Málaga, bahía de Cádiz, Parla), hasta proyectos singulares como la Ciudad del Medio Ambiente de Soria, la Ciudad de la Luz en Alicante, la Ciudad de la Justicia de Madrid, Caja Mágica o extravagancias como la Ciudad del Circo en Alcorcón o la Meseta Ski de Tordesillas, pasando por aeropuertos regionales como el de Ciudad Real, centros culturales sin uso o inacabados o redes de depuradoras como en Aragón
Cabe destacar que el informe afirma que Andalucía es la quinta comunidad de España en nivel de despilfarro por detrás de Cataluña (esto no te lo contará Jordi Évole), Madrid, Valencia y Aragón. A este grupo hay que añadir Asturias y Castilla La Mancha. Estas siete autonomías, continua el informe, suman el 90% del despilfarro total a nivel autonómico.
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