Hace unas semanas comentamos en El Guardagujas que la estación de Doña María-Ocaña, en la provincia de Almería, tenía un futuro oscuro por las pretensiones de ADIF de sacar del edificio histórico los gabinetes de circulación y trasladarlos a un nuevo módulo que tendría que ser construido. Esta decisión, que se sumaba al estado ruinoso de la estación, provocó que la población de Doña María, liderada por el Ayuntamiento, reclamase el edificio para darle otro uso ya que la estación ha sido, desde siempre, un emblema histórico de la población. Hay que decir que este problema también afecta a otras estaciones como la de Benahadux-Pechina y Abla-Abrucena. Afortunadamente, las demandas de estas tres poblaciones han sido escuchadas y ADIF ha propuesto la cesión de los tres edificios históricos a los respectivos ayuntamientos.
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