sábado, 30 de junio de 2018

El Tribunal de Cuentas de la UE critica la Alta Velocidad

Mapa de las líneas de Alta Velocidad en Europa
Fuente: UIC (International Union of Railways)
El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea acaba de publicar un informe, que ha estudiado más de 5,000 km en seis países miembros, en el que tilda la Alta Velocidad como un medio de transporte ineficaz. Las principales ideas del informe son las siguientes:
  • Desde el año 2000, la UE ha proporcionado 23,7 billones de euros a la construcción de infraestructuras de Alta Velocidad así como 4 billones de euros en la instalación del sistema ERTMS (European Rail Traffic Management System).
  • Se afirma que el plan a largo plazo de la UE para la Alta Velocidad no es creíble, sus objetivos son difíciles de alcanzar y carece de una aproximación estratégica que abarque toda la Unión Europea. También se menciona el hecho de que en España no se ha liberalizado el mercado.
  • Como consecuencia de lo anterior, no existe una política común sobre el tema lo cual impide la creación de corredores conforme a las directrices de la regulación TEN-T (Trans-European Networks for Transport) . Es decir, las líneas de Alta Velocidad se construyen sin una coordinación entre los diversos miembros que componen la Unión Europea.
  • Es una infraestructura cara. De hecho, cada km auditado cuesta unos 25 millones de euros, sin contar los gastos ocasionados en proyectos que incluyen túneles. El coste aumenta significativamente con la velocidad diseñada, lo cual dispara el presupuesto. Pero es que, además, no siempre se alcanza la velocidad que se preveía, algo que sucede en la línea de Figueras-Perpiñán o en la que une la capital de España con León. Por otra parte, se indica que no es algo que se necesite en todas partes.
  • La pretensión de la Comisión Europea, plasmada en el Libro Blanco de 2011 y la Regulación CEF, de triplicar la longitud de las líneas de Alta Velocidad para el año 2030 son poco realistas y no resisten un análisis creíble. 
  • El número de estaciones es relevante. Si hay pocas, la velocidad será alta pero muchos ciudadanos no podrán usar la Alta Velocidad. Por el contrario, si hay muchas la velocidad será más baja.
  • Según el Tribunal de Cuentas de la UE, para que una línea tenga éxito debe tener, como mínimo, nueve millones de pasajeros al año. En tres de las siete líneas completas que se auditaron el número de pasajeros era muy inferior a los nueve millones. El coste de estas líneas fue de 10.6 billones de euros de los cuales 2.7 fueron aportados por la UE algo que, según el informe, demuestra la escasa rentabilidad de las ayudas provenientes de Bruselas.

Inversión de la UE en Alta Velocidad por países
Fuente: European Court of Auditors
Los primeros proyectos de Alta Velocidad empezaron a diseñarse en la década de los 70 del pasado siglo a consecuencia de la Crisis del Petróleo. La dependencia energética de los países europeos hizo que se buscaran nuevas formas de transportes seguras, cómodas, rápidas y ecológicas. En este sentido, Italia fue el primer país que tuvo una línea de estas características en 1977, la que une Roma con Florencia. Desde entonces, el desarrollo de este tipo de transporte ha sido espectacular.

Desarrollo de la Alta Velocidad en Europa entre 1985 y 2017
Fuente: European Court of Auditors
En este mapa se pueden apreciar las líneas que han sido objeto del estudio:

Fuente: European Court of Auditors and Eurostat
En lo que se refiera a nuestro país, desde 1994 la UE ha invertido en España 14 billones de euros en proyectos de Alta Velocidad. Tres de las líneas auditadas en España, usan el ancho de vía ibérico lo cual impide que se alcancen las velocidades de otras líneas. Además, para la circulación de trenes con ancho intercambiable es necesario la instalación de intercambiadores. En enero de 2017, había un total de 20 de estas instalaciones. Cada uno de ellos costó 8 millones de euros, dando la UE un total de 5.4. 

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