Hoy vuelve a ser 11 de marzo, una fecha que siempre será recordada como el día en el que tuvo lugar el peor atentado terrorista de la Historia de España y en el que murieron cerca de doscientas personas. En años anteriores, aprovechando la efemérides, hemos publicado comentarios y noticias sobre cuestiones que, a nuestro juicio, permanecen sin aclarar. El año pasado, por ejemplo, nos ocupamos de la desaparición física de los trenes que fueron afectados por las explosiones. Al hilo de esto, en las últimas semanas ha aparecido una noticia que viene a reforzar la tesis, subrayada incluso por el Tribunal Supremo, de que la destrucción de los trenes de Cercanías fue, como mínimo, una temeridad.
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| Extracto de la noticia publicada por ElDiario.es |
El mes pasado, el juez del caso que estudia el accidente del Alvia de 2013 ordenó la devolución de los restos del tren siniestrado a Renfe. Es decir, los restos del tren han estado tutelados durante más de cuatro años y medio. ¿Por qué, en cambio, no se hizo lo mismo con los trenes de Cercanías que sufrieron los atentados del 11-M? ¿Por qué se hizo con tanta prontitud (el desguace se hizo en cuestión de días) cuando los trenes contenían evidencias y datos que podrian arrojar luz sobre lo ocurrido? Y a todo esto, ¿quién dio la orden? De momento, y asumiendo que podemos ser insultados por este particular, seguimos sin respuestas.
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