Ya hemos visto en varias entradas de este blog que Cataluña, pese a lo que digan Rufián y su impresora (que no es suya sino que hemos pagado todos los españoles), es un territorio que ha gozado de privilegios en materia ferroviaria. Dos ejemplos a recordar: la primera línea de ferrocarril de la España peninsular y la unión de todas las capitales catalanas por AVE. Mientras Andalucía Oriental tiene unas comunicaciones lamentables y tercermundistas, Cataluña goza de líneas de tren homologables con los países más avanzados de nuestro entorno.
Pues bien, vamos a suponer que Cataluña, tras largos años de lucha frente al Estado Opresor, logra la deseada secesión. ¿Tienen pensado devolver las inversiones en infraestructuras que hemos pagado todos o piensan incautar, al más estilo bolivariano, lo que no les pertenece por el simple hecho de ser el Pueblo Elegido que tiene derecho a decidir su destino y futuro? Me temo que no podemos ser optimistas al respecto.
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