El Gobierno de Rajoy ha tenido que buscar en el PNV los votos que le hacían falta para conseguir que se salven los Presupuestos Generales del Estado. Los votos del PNV, evidentemente, se han vendido a precio de oro. Los nacionalistas, siempre ha sido así, venden caro su apoyo al Gobierno de turno porque ellos sólo defienden intereses particulares. Poco o nada les importa lo que suceda en Cuenca, Lugo o Zamora. En lo que a nosotros nos interesa, el ferrocarril, los cinco diputados del partido fundado por Sabino Arana han conseguido que el AVE llegue soterrado a Bilbao y Vitoria. Lo que no vale para Murcia sí vale para Vitoria.
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