No hay peor cosa que un político sugiriendo ideas peregrinas. El alcalde de Almería, Luís Rogelio Rodríguez Comendador, ha planteado la posibilidad de establecer autobuses lanzadera de Almería a Granada para coger el AVE a Madrid mientras no llegue la conexión desde Murcia. Lo que tiene que hacer el alcalde es luchar, en la medida de sus posibilidades, para que la ciudad no quede aislada del resto de España en materia ferroviaria. La implantación de un servicio de autobuses es un remiendo. Para eso, es mejor que siga circulando el Talgo desde Almería a Madrid por la línea de toda la vida. ¿Cómo viajarían en ese autobús las personas mayores y las que tienen movilidad reducida? Además, ¿cuántos autobuses deberían fletarse por sentido, teniendo en cuenta la elevada demanda del Talgo?
Al paso que vamos, Almería, como ya sucedió con la llegada del ferrocarril a finales del XIX, será una de las últimas capitales de provincia en recibir la Alta Velocidad.
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