Navegando por Internet, he encontrado este artículo sobre el accidente de 2013 del Alvia de Santiago, firmado por José Enrique Villarino, que resulta demoledor y descorazonador. Como recordaréis, el juez instructor del caso ha imputado exclusivamente al maquinista, dejando fuera a personas que podrían explicar qué fue exactamente lo que sucedió en la fatídica curva de Angrois. El articulista no sólo critica el pésimo funcionamiento de la Justicia, de sobra conocido por todos, sino el papel que han jugado los dos grandes partidos políticos y, atención, los sindicatos ferroviarios salvo el SEMAF. Los tentáculos del poder, según el autor, han impedido que la verdad con mayúsculas emerja de entre los retorcidos vagones de aquel tren en el que perecieron 81 personas y 140 fueron heridas.
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