El plan de expansión de la Alta Velocidad tiene detractores. Sus críticos argumentan que esta tecnología es demasiado onerosa para las arcas del Estado y ha provocado situaciones, en su opinión, que podrían ser calificadas como despilfarro. Esta situación se ha agravado a raíz de la crisis que nuestro país viene padeciendo desde el final de la década pasada. Al respecto, el caso de Seseña (Toledo), una ciudad marcada por el proyecto del Pocero, es paradigmático. También el de Los Yebes.
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