Winston Churchill, premio Nobel de Literatura y primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, escribió unos interesantes apuntes sobre el ferrocarril en Uganda:
Breve ha sido la vida e incontables las vicisitudes del Ferrocarril de Uganda. La arriesgada empresa de un gobierno liberal pronto resultó expuesta a la crítica y fue repudiada sin piedad por sus propios progenitores. Posteriormente adoptada como un mimado huérfano por el Partido Conservador, a punto estuvo de perecer en sus manos a consecuencia de una mala gestión. Se llegaron a invertir casi diez mil libras por milla en su construcción y era tal el empeño de todas las partes implicadas en acabar de una vez la obra y los gastos de ella derivados que, en lugar de seguir la ruta más lógica y natural, a través de la llanura hasta las profundas aguas de Port Victoria, hicieron desembocar la línea a medio camino en el poco profundo golfo de Kavirondo, y aún fue un milagro que llegara tan lejos.
Fuente: Winston Churchill. Mi viaje por África. Página 17. Ediciones del Viento.
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