José Luis Ábalos, que en estos momentos es uno de los principales sospechosos de una trama corrupta que tendría dos vertientes (venta de mascarillas y rescate de Air Europa), no fue un simple ministro de los primeros gobiernos de Pedro Sánchez. Además de ser ministro del ramo, fue secretario de organización del PSOE y uno de los principales alfiles, por no decir el más importante, del actual presidente del Gobierno. De hecho, no es exagerado afirmar que este personaje, por su papel polifacético, es uno de los que más espacios ha ocupado en el El Guardagujas. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que fue el máximo ideólogo del Gobierno durante, al menos, los primeros años de Sánchez en La Moncloa. Repasemos algunos de los comentarios que hicimos en su momento:
- Protagonista de la entrevista con Delcy Rodríguez
- Ábalos sufre un "cambio de opinión" y muestra su fascinación por el separatismo catalán
- La peculiar manera que tiene Ábalos de explicar la Transición
- En su toma de posesión, Ábalos muestra sus buenas intenciones
- Nombra a su amigo Koldo, también de actualidad en estos días, como responsable de RENFE Mercancías
- El papel de Ábalos durante el Estado de Alarma
- Se produce el cese de Ábalos sin que sepamos, por ahora, la razón real de tal decisión
Crearon con su particular uso del poder un verdadero círculo perfecto de corrupción, encubriéndola con tretas y artimañas, obstaculizando la justicia para intentar engañar a la gente, como han hecho estos días negando cuanto les he leído, como hicieron cuando destruyeron las pruebas. Todos sabemos que nos queda una pieza por fallar que tiene que ver con la obstaculización a la acción de la justicia por destrucción de pruebas; esa es otra que nos queda también por delante. Para ello no han dudado en acusar de prevaricación incluso a los jueces estos días.
Fuente: Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. 31 de mayo de 2018. Página 4.
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