miércoles, 11 de marzo de 2020

La estación del Pozo durante el 11 de marzo de 2004

La estación del Pozo, llamada así por encontrarse en la zona del barrio madrileño de Entrevías conocida como El Pozo del Tío Raimundo, fue uno de los escenarios de los atentados terroristas que golpearon la capital de España el jueves 11 de marzo de 2004. En esta estación de Cercanías, perteneciente en la actualidad a las líneas C-2, C-7 y C-8, tuvo lugar el ataque al tren número 21435 que había salido de Guadalajara y que tenía como destino las localidades madrileñas de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes. Fue el ataque más mortífero de todos los perpertrados durante la cadena de atentados que sacudieron a la capital de España.

Fuente:Informe Técnico Pericial de la GC y el CNP sobre el 11-M. Página 5.

Estaciones afectadas por los ataques terroristas del 11-M.
Fuente: Renfe.
Sobre las 7:30, el tren, cuya denominación era UT-450-014, llegó a la estación del Pozo y se estacionó en la vía 1. Minutos después, a las 7:44, así lo asegura un informe conjunto de la GC y el CNP, tuvieron lugar dos explosiones que afectaron a los coches número 4 y 5 (coches 241R y 240R respectivamente). Otra fuente afirma que las explosiones tuvieron lugar minutos antes, ya que la primera llamada al 112 fue recibida a las 7:39. El hecho de que las deflagraciones tuvieran lugar cuando las puertas se cerraron provocó que la onda expansiva fuera mucho más letal. Hubo una tercera bomba que fue posteriormente desactivada por los TEDAX en el andén de la estación y que afectó al coche número 3 (014R). Las explosiones provocaron, en total, 65 muertos. 

Sobre esta bomba, que no llegó a explotar, hubo dos versiones. Un policía municipal, cuyo número de identificación es 7081-3, llegó a la estación a las 8:10. Tras preguntar a un policía nacional, que era un "alazán" (motorizado), si había heridos entró en el tren  y encontró una mochila negra debajo de los asientos. En su interior había una fiambrera de plástico de la que salían cables negros y rojos. Encima de ellos había un móvil oscuro cuya marca no pudo identificar. De forma inmediata, se pone en contacto con la Policía Nacional para que los TEDAX inspeccionen la mochila. Este policía municipal, en su declaración del 30 de junio de 2004, afirma que la fiambrera era redonda y negra. En el juicio oral se ratificó en el color anaranjado de una tapa que había debajo de los cables negros y rojos. Esta descripción apuntaría a una presunta, y decimos presunta porque analizar el 11-M requiere de mucha prudencia, autoría de la ETA porque el Titadyn es anaranjado y los colores rojo y negro coinciden con los temporizadores usados por la misma banda terrorista.

En otra declaración sumarial, la de un policía alazán que llegó a El Pozo con otro compañero, se afirma otra cosa. Ambos encontraron en el andén dos mochilas. Una de esas mochilas se corresponde con la que encontró el policía municipal. La salvedad es que el policía nacional decía que los cables entraban en una bolsa de plástico azul, exactamente igual que el explosivo encontrado en la Renault Kangoo y en la famosa mochila de Vallecas. Da la sensación de que ambos policías se conocieron en la estación de El Pozo: el policía nacional era el mismo al que habló el municipal. 

De las dos versiones se aceptó la que fue emitida por el policía nacional, aunque en la sentencia de la Audiencia Nacional (ver página 504) no se invalidaba el testimonio del policía municipal, un servidor público que se jugó la vida y que no fue condecorado por el hecho, algo que sí recibieron los alazanes. La versión dada por el alazán coincidía con la descripción de la mochila de Vallecas, la prueba clave que permitía luego la detención de los primeros sospechosos en la noche del 13 de marzo de 2004.


Extracto de la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el 11-M. Página 504.
El maquinista que llevaba el tren afirmó que el convoy llegó con algo de retraso a la estación de El Pozo, aproximadamente unos dos minutos. Las bombas explotan a los pocos instantes de reanudarse la marcha. La primera explosión fue la del coche número 5 y el maquinista pensó que había estallado un motor. El maquinista pudo ver, en cambio, la segunda explosión, la del coche 4, por el retrovisor y fue consciente del espectáculo dantesco que estaba teniendo lugar en esos momentos. El maquinista, entonces, pulsó el botón de emergencia pero no obtuvo respuesta de manera inmediata debido a la situación de caos, ya habían estallado otros trenes en Madrid, que se estaba viviendo en aquel instante. 

Cercanías de la serie 450 similar a la que estalló en El Pozo el 11-M
Fuente: El Guardagujas.
El tren que sufrió las dos explosiones era de la serie 450. Este tipo de tren tiene seis coches, siendo los dos extremos los que llevan las cabezas motrices (en el caso del tren atacado en El Pozo eran los coches 27M y 28M respectivamente). Cada coche tiene dos pisos, pudiendo acceder al superior, donde estaban colocadas las bombas, mediante una escalera. 


Estación de El Pozo. Jueves, 11 de marzo de 2004.
Fuente: ABC de Madrid, 12 de marzo de 2004. Página 13.
Como hemos dicho anteriormente, tres fueron lo coches afectados por las explosiones aunque dos de ellos eran los que presentaban los mayores daños. Uno de ellos, el número 5, fue estacionado en el parking de la estación durante la madrugada del día 12 y recubierto con una lona tras ser dividido en dos partes. Los daños sufridos por la explosión eran enormes. El día 15 de marzo, el día después de las elecciones generales, fue fragmentado para que los restos pudieran ser transportados en camiones.

El resto del tren fue llevado, durante la madrugada del 12 de marzo, a la cercana estación de Vallecas. Una vez en Vallecas, y tras una recogida de muestras por parte de los TEDAX, se decide llevar el coche 4 al TCR (Taller Central de Reparaciones) de Villaverde Bajo y el resto del convoy al depósito de Fuencarral para su reparación. Los coches que no sufrieron daños en el atentado siguen circulando por la red de Cercanías de Madrid. 

Lo sucedido en esta estación tiene una importancia capital para entender los sucesos posteriores sobre la investigación del 11-M. De esta estación procedía la famosa "mochila de Vallecas", que apareció en la Comisaría de Puente de Vallecas en la madrugada del día 12 de marzo, que permitió a la Policía, en la tarde del 13 de marzo, detener a los primeros sospechosos de la masacre. Al hilo de este hallazgo, capital para el devenir de los acontecimientos, cabe hacerse una pregunta: ¿cómo sabía la Cadena Cope, cinco horas antes, que esa mochila iba a aparecer? La noticia fue difundida en el programa La Linterna, el informativo nocturno de la Cope y en el que Juan Baño difundió, a las 21:10 del 11 de marzo de 2004, esta noticia que para muchos, como nosotros, pasó desapercibida en su momento. Lo mismo pasó con el suicida de la Cadena Ser, otra noticia que, como analizamos hace unos años, fue desmentida más tarde pero que contribuyó, qué duda cabe, a guiar a la opinión pública hacia una determinada tesis.

Y terminamos con una pregunta. Si tan claro está todo, ¿por qué la fonoteca de la Cope estuvo censurada?

Fuente
  • José María de Pablo. La Cuarta Trama. Verdades y Mentiras en el caso del 11-M.
  • Informe Técnico Pericial conjunto de la GC y el CNP sobre el 11-M.
  • Se ignora el paradero de 90 toneladas de restos de trenes del 11-M.
  • Carlos Sánchez de la Roda. Los Trenes del 11-M. Las pericias necesarias.
  • ABC de Madrid, 12 de marzo de 2004. Página 13.
  • Auto de Procesamiento. Sumario 20/2004. Juzgado de Instrucción Número 6.
  • Ignacio López Bru. Las Cloacas del 11-M
  • Sentencia de la Audiencia Nacional. Página 504.

2 comentarios:

lesconil dijo...

Hay un error en el esquema de los 4 trenes. En el tren de Atocha las explosiones fueron en los coches 4, 5 y 6, mientras que en el esquema las sitúan en los coches 1, 5 y 6

Jorge Alfonso Guillén dijo...

Buenas tardes. Creo que te refieres al esquema de la entrada anterior. De todos modos, te agradecemos tu comentario. Un saludo cordial.