Los que tenemos ya una edad recordamos perfectamente el abundante tráfico ferroviario que tenía hace unas décadas la estación de Linares-Baeza (Jaén), el gran nudo ferroviario de Andalucía y puerta de acceso a la Meseta castellana tras el paso de Despeñaperros. Era una de esas estaciones que funcionaba las 24 horas del día. Hoy, sin embargo, su situación es muy distinta y no vamos a negar que su futuro se presenta muy oscuro debido, entre otras cosas, a la inauguración, en abril de 1992, de la primera línea de AVE entre Madrid y Sevilla. Aquella noticia, positiva sin duda para las comunicaciones ferroviarias, provocó, lentamente, la decadencia del ferrocarril convencional y la desaparición de múltiples líneas.
Al hilo de todo lo anterior, los vecinos de la estación de Linares-Baeza protestaron ayer para exigir a las administraciones públicas que no dejen morir al ferrocarril en la provincia de Jaén, un elemento esencial para la vertebración del territorio.
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