El pasado martes tuvo lugar una reunión entre el ministro de Fomento, José Ábalos, y el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y el presidente de la Diputación granadina, José Entrena cuyo único tema fue abordar el aislamiento ferroviario de la ciudad de Granada, una situación que se prolonga desde abril de 2015. Como era de esperar, las impresiones obtenidas por el alcalde de Granada, que milita en el mismo partido que el señor Ábalos, han sido totalmente positivas. En este sentido, Cuenca ha declarado que la reunión se ha caracterizado por la transparencia y por el suministro de información detallada. Además, el alcalde granadino dijo que la clausura de la línea convencional Bobadilla-Granada, por parte de la ministra Ana Pastor, fue un error que ha tenido graves consecuencias. Todo lo que dice Cuenca es cierto pero tampoco puede olvidar que el problema que afecta a Granada no empezó con Ana Pastor. Pero, claro, los errores son cosa de los adversarios. Por otro lado, el presidente de la Diputación, que también pertenece al mismo partido que Ábalos, salió de la reunión "satisfecho".
Dejando a un lado las excelentes opiniones del alcalde y el presidente de la Diputación, que eran de prever porque ya sabemos cómo es la política en España, lo más importante de la reunión es que el ministro se ha comprometido, en el mes de septiembre, a dar una fecha aproximada de la llegada del AVE a Granada. Sorprendentemente, en la reunión ambos políticos granadinos dejaron aparcada la reivindicación de abrir temporalmente la línea de Moreda y tampoco hemos visto que ambos políticos le recuerden al actual ministro qué va a pasar con el Tren Hotel de Barcelona.
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