Muchas son las personas que, a día de hoy, no acaban de entender cómo la ciudad de Granada lleva más de tres años sin tren. La verdad es que la explicación es compleja, pero vamos a intentar resumir el problema en unas ideas básicas:
- El aislamiento ferroviario comenzó en abril de 2015 al cerrarse al tráfico ferroviario la línea convencional Bobadilla-Granada.
- Desde entonces, la capital de la Alhambra sólo dispone de trenes de Media Distancia con Almería.
- El núcleo del problema está en la localidad granadina de Loja. En un primer momento, el proyecto preveía construir una variante, algo que Ana Pastor desechó en 2013. Esta alternativa es la que demanda, por ejemplo, la Mesa del Ferrocarril. El ministro Rafael Catalá también se opuso a la variante de Loja por su coste económico y medioambiental.
- La alternativa al proyecto de la variante consiste en hacer pasar el AVE por un túnel decimonónico demasiado estrecho, algo que también ha provocado problemas.
- Se han detectado problemas en el sistema de señalización en Íllora, una situación que también ha hecho tambalear la llegada del AVE a la capital nazarí.
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