Hoy, 15 de noviembre, se cumplen 70 años de una de las mayores catástrofes ferroviarias de España. En aquel día, pero del lejano 1945, dos trenes, uno de mercancías y otro de viajeros, circulaban entre las estaciones almerienses de Fuentesanta y Gérgal. Sobre la medianoche, el jefe de estación de Fuentesanta pidió vía libre a la estación de Gérgal, cuyo factor dio permiso para que un mercancías, conocido como "el uvero" por el transporte de centenares de toneles con uva, saliera en sentido Linares. Al mismo tiempo, desde la estación de Gérgal se dio permiso a un tren de viajeros que tenía como destino Almería. Fue el comienzo de una espeluznante tragedia.
Estación de Gérgal. Foto: Jorge. |
Poco antes de la una de la madrugada, el tren de viajeros estaba a unos dos km de Gérgal. El tren transportaba unas trescientas personas. Su composición era de siete coches más la locomotora. Por su parte, el tren de mercancías tenía diecisiete vagones más la locomotora. Ambos convoyes colisionaron sin que los maquinistas pudieran impedirlo. Tras el impacto, que tuvo lugar en el km 211 de la línea Linares-Almería y que debió ser monstruoso, varios vagones se incendiaron. Un vagón del expreso llega a alcanzar la catenaria tras el impacto, que provocó un incendio en el que pereció un centenar de personas.
Aunque la versión oficial facilitada en la época hablaba de un centenar de víctimas mortales, los testigos afirman que más de doscientas personas pudieron perecer en este trágico suceso. La tragedia se cobró también la vida del jefe de estación de Gérgal, el cual se suicidó al conocer lo que había pasado.
Como anécdota tengo que decir que uno de mis bisabuelos maternos, Manuel, viajaba en ese tren de viajeros. La impresión que le causó el horror que vio lo acompañó hasta el final de sus días.
Estación de Fuente Santa. Foto: Jorge. |
Así informó el diario ABC del accidente dos días después. |
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