lunes, 21 de mayo de 2018

La histórica estación de Doña María-Ocaña no puede desaparecer

Estación de Doña María-Ocaña (Almería)
6 de enero de 2014. Foto: Jorge.
Si nadie lo remedia, la estación de Doña María-Ocaña (Almería), que podéis ver en la foto  que acompaña el presente texto, puede desaparecer de la misma forma que ocurrió en Loja o Lebrija. Se trataría, sin duda, de un nuevo ataque al patrimonio histórico ferroviario por parte, curiosamente, de Adif, un organismo que, en teoría, debería velar por la buena conservación de edificios que representan algo más que una mera estación de tren. Así lo señala, por ejemplo, la alcaldesa de Tres Villas, el municipio que surgió tras la fusión de Doña María y Ocaña. Tal es la vinculación que la estación aparece en la bandera del municipio.

Doña María Ocaña es una estación de un pueblo totalmente entregado al ferrocarril. Hace ya tiempo, el fatídico año del cierre fue 1990, que los trenes no paran en esta añeja estación (la foto fue tomada en marcha) pero es imposible entender la historia de las gentes de esta zona sin el paso del tren. En la actualidad, así se ve en la foto, la estación está cerrada a cal y canto pero su interior alberga máquinas automáticas que regular el tráfico ferroviario entre Linares y Almería. El problema surge por la posibilidad de que Adif construya un gabinete de circulación fuera del edificio y que el final de la estación sea el derribo. Lo mismo puede suceder, así lo dice el diario Ideal, con la estación de Abla-Abrucena.

Nuestro blog, El Guardagujas, apoya las demandas de los vecinos de estas localidades que ven peligrar su patrimonio histórico por culpa de unas decisiones incomprensibles.

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