martes, 22 de mayo de 2018

Fomento sigue humillando a Andalucía Oriental

¿Para qué vamos a irnos a un viaje de aventuras si el Talgo de Almería nos brinda esa oportunidad? Es rara la semana en que no ocurra algo en el Talgo que comunica Madrid con Almería y que, hoy por hoy, tarda siete horas en cubrir el trayecto siempre y cuando no pase algo. Ayer, el tren que unía Madrid con Almería tardó 32 minutos más en llegar a su destino debido a que tuvo que esperar la llegada de un mercancías a Alcázar de San Juan. Pero lo peor ocurrió el pasado domingo. Los viajeros que tuvieron la feliz idea de coger este tren tardaron diez horas en llegar a su destino. Es decir, se tarda más en ir de Almería a Madrid que en cruzar el Atlántico y aterrizar en Toronto. El Talgo que sale de Madrid a las 14:56 tuvo una avería en las cercanías de Cabra del Santo Cristo (Jaén) y provocó que los viajeros del tren que iba a Madrid fueran trasbordados en autobús hasta Linares-Baeza. El tren averiado tuvo que ser remolcado y se envió otro tren para trasladar a los viajeros que tenían como destino Almería.

Desgraciadamente, estos sucesos ya no son ni serán noticia en El Guardagujas. Nosotros tuvimos la ocasión de vivir, el pasado 28 de diciembre, una experiencia semejante y que reflejamos en su momento en este blog. A estas alturas, y con estos hechos encima de la mesa, es apropiado y justo decir que Fomento humilla sistemáticamente a Andalucía Oriental. Mientras el nacionalismo vasco, que siempre ha velado por el bien común de los españoles (ironía on), recibe suculentas prebendas en los Presupuestos Generales del Estado, las provincias orientales de Andalucía están sumidas en el más profundo tercermundismo. Decía Gabriel Rufián, ese separatista con ancestros andaluces, que el independentismo crecía en Cataluña por la situación de los Cercanías en Barcelona. ¿Recomienda a los almerienses crear un partido separatista para, de este modo, lograr atraer inversiones al sistema ferroviario de la provincia?

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