Estación de Granada poco antes de su clausura temporal. Domingo, 29 de marzo de 2015. Foto: Jorge. |
La foto que preside esta entrada del blog fue tomada unos días antes de la clausura temporal de la estación de Granada, un hecho que tuvo lugar el 7 de abril de 2015. Era Domingo de Ramos y me disponía coger un tren a Almería para pasar las vacaciones con mi familia. Unos meses más tarde, en agosto, cogí el tren para volver de Almería a Cádiz y el viaje fue tan incómodo y pesado que dije que ni una más. De hecho, tengo previsto un viaje a Almería a finales de mes y tomaré el autobús. Recordemos que, en estos momentos, para ir de Almería a Cádiz es preciso coger trenes trenes y un autobús, algo alucinante en pleno siglo XXI. Creo que Washington Irving hubiera flipado en colores si hubiese conocido cómo están las comunicaciones ferroviarias en el interior de Andalucía.
Llevamos dos años sin tren. Nunca pude pensar que, dos años después, los trenes seguirían sin aparecer por la ciudad de la Alhambra. Lo que está pasando con Granada, y también con Almería o Jaén, es un escándalo nacional. Aquí no se salva nadie. El Gobierno de España ha mostrado una incapacidad absoluta a la hora de gestionar el tema. A veces, incluso, nos han tomado el pelo con una alevosía espectacular. Pero es que algunos, cuya máxima preocupación parecer ser quitar de La 2 la misa de los domingos, no se enteran que lo que realmente preocupa al personal es estar sin un tren decente y digno de tal nombre. Por no hablar de los que, como el camarada separatista Gabriel Rufián, afirman que el independentismo crece por el mal estado de las líneas de Cercanías en Cataluña. Menos mal que Barcelona no es Granada, sino veríamos a ver. Cataluña, así lo he dicho varias veces, tiene todas sus capitales unidas por AVE mientras que Granada lleva sin tren dos años. No está mal señor Rufián.
Algunos dicen que la culpa de este escándalo la tiene Íñigo de la Serna, actual responsable de Fomento. Seis ministros han pasado por el Ministerio y el problema sigue tal cual. Como he dicho también en varias ocasiones, el problema viene de mucho tiempo atrás. La dejación u olvido que ha sufrido Andalucía Oriental viene desde los primeros años del ferrocarril en España. Baste recordar que Almería recibió el tren en 1895, mucho más tarde que otras provincias andaluzas. Está muy bien ir de Cádiz a Madrid en cuatro horas, pero de Cádiz a Almería se tardan un mínimo de siete.
En fin, el aislamiento ferroviario de Granada y la lamentable situación del ferrocarril en media Andalucía es un ejemplo claro de lo que los responsables políticos no deben hacer con los ciudadanos. Se ha creado un problema donde no lo había y eso es intolerable.
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