miércoles, 20 de enero de 2021

Cabrera, Zarzalejos y el 11-M

El diario digital El Confidencial ofreció el pasado lunes una entrevista realizada por José Antonio Zarzalejos, cuyo contenido está reservado a los suscriptores, a la antigua ministra Mercedes Cabrera y cuyo titular es un ataque en toda regla a las personas que discrepan o albergan dudas sobre lo que nos han contado sobre los atentados del 11-M, un triste episodio en nuestra historia reciente al cual hemos dedicado muchos comentarios y vídeos por la trascendecia del mismo. El titular de la entrevista no deja lugar a dudas:

La victoria de Zapatero desató las teorías de la conspiración del 11-M

Empecemos por partes. Desde el mismo momento en que tuvieron lugar los atentados se calificó como "teoría de la conspiración" a cualquier argumento que, por mínimo que fuera, se saliera de las tesis oficiales. Detrás de esa etiqueta se ocultaba un ataque feroz, y escogemos bien el adjetivo, hacia los disidentes de la Versión Oficial (VO) de lo ocurrido el 11-M. Sin embargo, ¿qué es una conspiración? Según el diccionario de la RAE el verbo conspirar significa lo siguiente:

Unirse contra un particular para hacerle daño

Si recurrimos a otras fuentes, anglosajonas en este caso, resulta que una conspiración es un plan secreto perpetrado por, al  menos, dos personas contra los deseos de alguien. ¿Qué fue entonces el 11-M? ¿Qué se pretendía con la voladura de cuatro trenes que mataron a 192 personas e hirió a centenares de viajeros? ¿Se pretendía influir en las elecciones del 14 de marzo, amén de otras cosas, o fue algo casual? ¿Fue un atentado más en la larga lista de atrocidades terroristas que han golpeado España? Si el 11-M no fue una conspiración, ¿qué es entonces una conspiración? Sin embargo, los defensores de la VO siguen diciendo que todo aquello que no se ajusta a su visión es producto de oscuras teorías conspirativas y, en el menor de los casos, se califica como infundio o fantasía.

Muchas personas en España, como así lo hemos señalado en El Guardagujas, apuntan siempre a Estados Unidos como el país en el que siempre tienen lugar maniobras de Inteligencia para conseguir fines de dudosa moralidad. Sin embargo, a los ojos de nuestros analistas patrios, España es un país inmaculado en el que todo está claro y no puede haber la más mínima sombra de sospecha sobre los episodios más turbios de nuestra historia. Y todo aquel que tenga dudas debe ser mandado al ostracismo. 

Hace unos años tuvimos otro blog que nos dio muchos éxitos pero también momentos ingratos. Cada vez que tratábamos el 11-M éramos atacados de manera inmisericorde por personas de izquierda y también por gente del ámbito de la derecha. Solo así se entiende que José Antonio Zarzalejos, director del ABC en los tres años que discurrieron entre el 11-M y el juicio de 2007, se pusiera al frente de la defensa de la VO. Tal fue así que dejamos de comprar el ABC tras casi veinte años siendo lectores del rotativo fundado por Luca de Tena en 1903. Zarzalejos no estuvo solo en ese empeño. Ignacio Camacho, columnista habitual de ABC y que es de las mejores plumas del diario, fue también un valedor de la VO, rivalizando incluso con Ignacio Escolar al respecto. Aún recordamos, porque tuvimos tiempo de plasmarlo en otro blog, cómo en septiembre de 2006 Escolar elogiaba en su blog los comentarios de Camacho sobre los disidentes de la VO. Lo mismo podemos decir del periodista Enrique de Diego que en su programa de Radio Intereconomía y en sus libros hizo exactamente lo mismo. Los simpatizantes de la izquierda, a la vista está, no estuvieron solos en este empeño. Sectores de la derecha, que no eran marginales y que tenían mucho poder e influencia, también atizaron a los discrepantes.

A tenor de todo lo expuesto hasta el momento, da la sensación de que el establishment, político y mediático, desea que los ciudadanos no tengamos espíritu crítico y, de este modo, resulte imposible tener dudas. En España se puede cuestionar todo menos el 11-M ya que, como dijimos anteriormente, una leve duda sobre el atentado te puede mandar extramuros del sistema. Esta deriva es peligrosísima porque supone dar por sentado lo que el poder, en cada momento, nos dicte. Por citar otros ejemplos conocidos, episodios como el atentado de Carrero Blanco o el golpe fallido del 23-F no sucedieron como nos lo han contado. Lo mismo podríamos decir del asesinato de Prim, el atentado a Alfonso XIII en 1906 o las circunstancias que rodearon el asesinato de Calvo Sotelo en julio de 1936. 

Cabrera y Zarzalejos apoyan la tesis yihadista del 11-M, según la cual, el atentado se produjo como consecuencia de la Guerra de Irak de 2003. ¿Desde cuándo un comando yihadista tiene hindúes entre sus filas? ¿Cómo unos fanáticos terroristas islámicos colaboran con cristianos (infieles) para diseñar el atentado? ¿Qué tres fuentes de la lucha antiterrorista dijeron a la Cadena Ser que en uno de los trenes se inmoló un suicida, una noticia que luego se demostró falsa? ¿Cuántos terroristas siguen en prisión? ¿Es verdad que no llegan a cinco los encarcelados actualmente y eso teniendo en cuenta de que los detenidos por una matanza de ese tamaño llegaron a superar el centenar (concretamente 116)? ¿Y la nota del CNI del 11 de marzo de las 15:51? ¿Nada que decir al respecto? ¿Es así como quieren explicarnos el atentado más mortífero de la historia de España? ¿Conspiración o algo peor?

El resultado electoral del 14 de marzo de 2004 ya es lo de menos. Es más, no sería descabellado pensar, por razones que podríamos comentar en otro momento, que tanto el PP como el PSOE tienen cosas que ocultar sobre lo sucedido en aquellos días trágicos. De todos modos, a pesar de Cabrera y Zarzalejos, y toda la infantería que les apoya, no vamos a cejar en nuestro empeño de seguir estudiando el 11-M. Llevamos muchos años aguantando desprecios e insultos como para arrugarnos ahora.

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