domingo, 5 de noviembre de 2017

El monopolio de los Transportes Comes no funciona bien

Rótulo de los Transportes Generales Comes en el Prado de San Sebastián (Sevilla)
Foto: Jorge. Miércoles, 1 de noviembre de 2017.
El pasado miércoles 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, tuvimos una experiencia con los Transportes Generales Comes que no nos resistimos a compartir con los lectores de este blog. Es cierto que esta bitácora, El Guardagujas, tiene una temática ferroviaria pero también es verdad que esta empresa, al fin y al cabo, se dedica también al transporte de viajeros. En dicha jornada, nos hallábamos en Tarifa y cogimos un autobús con destino Chiclana de la Frontera. Ese autobús salía de Tarifa a las 12:30 horas y llegó a Chiclana a las 14:00. El autobús en cuestión es uno de los cuatro que diariamente unen la Línea de la Concepción con la capital de Andalucía. Este viaje tiene una duración aproximada de cuatro horas.

Llegamos a Chiclana sin novedad. Sin embargo, cuando íbamos andando por la Alameda de Solano, nos percatamos que habíamos olvidado una mochila con un tablet y diversa documentación. Fuimos rápidamente a casa e intentamos ponernos en en contacto con los Transportes Generales Comes. Diversas personas de mi familia estuvimos llamando por teléfono y fue literalmente imposible contactar con alguien. En concreto, llamamos, entre las 14:21 y las 15:41, al teléfono de Sevilla 954416858 en 17 ocasiones y fue imposible. Lo mismo podemos decir de sus oficinas en Cádiz o Jerez de la Frontera (ciudad ésta donde dicho autobús tenía que hacer una parada).

El tiempo pasaba y, como ven, los Comes no nos daban una respuesta. Ante la eventualidad de perder la mochila cogimos un taxi que nos llevó hasta la estación del Prado de San Sebastián en Sevilla. Cuando llegó el autobús, le comenté a los dos conductores que iban a bordo la situación. Su pasividad y falta de empatía fue sobresaliente. Uno de ellos, el que iba en el asiento de copiloto, nos dijo: "Entra a ver si está". En ningún momento se interesaron por el caso ni demostraron la más mínima solidaridad. Les comentamos lo sucedido con los teléfonos y el hecho de tener que coger un taxi, pero su respuesta fue el silencio y una leve sonrisa.

Cartel en la estación de Tarifa.
Foto: Jorge.
No es la primera vez que tenemos un problema de este tipo con esta empresa que, dicho sea de paso, regenta el monopolio del transporte de viajeros en buena parte de la provincia de Cádiz. A principios de año, estábamos esperando un autobús en Tarifa con destino a Chiclana, era el último de la jornada, y el retraso fue considerable. La estación de autobús estaba cerrada y, nuevamente, nadie respondía al teléfono para dar explicaciones. Los viajeros se sentían, lógicamente, vendidos a su suerte. El cartel que está a la derecha de estas líneas resume la situación que se vive en Tarifa y, casualmente, este problema que hemos mencionado aparece en la lista de quejas de los usuarios del servicio de autobuses.

Lógicamente, es injusto decir que todos los trabajadores de Comes se portan mal con los usuarios. Hay conductores muy buenos y que desarrollan su trabajo con una gran profesionalidad. Damos fe de ello porque, durante casi diez años, hemos utilizado sus servicios en la costa gaditana. Incluso en alguna ocasión, su pericia salvó al pasaje de una desgracia asegurada. Dicho lo cual, es urgente que la empresa Comes mejore su área de atención al usuario. Es triste que, como en otros sectores, esta empresa se vea obligada a ello cuando atisbe en el horizonte la posibilidad de competencia.

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