jueves, 9 de junio de 2016

Un día en Lebrija

Estación de Lebrija. Sábado, 4 de junio de 2016.
Foto: Jorge.
Lebrija es una ciudad del sur de la provincia de Sevilla y que está situada en la zona del Bajo Guadalquivir. Al igual que Utrera, que pude visitar el pasado mes de febrero, era una localidad totalmente desconocida para mí. Sólo la conocía al pasar por ella en tren. El sábado pasado tuve la ocasión de pasar unas horas en esta localidad y quiero dejar aquí mis impresiones.

Estación de Lebrija. Sábado, 4 de junio de 2016.
Foto: Jorge.
Llegar a Lebrija es bastante fácil. Yo salí de San Fernando-Bahía Sur en un Media Distancia que, en apenas 40 minutos, te deja en la nueva estación. El año pasado ya tuve oportunidad de manifestar mi opinión sobre este edificio. Sigo sin entender esta manía de destruir el patrimonio ferroviario para dar paso a edificios totalmente fríos e impersonales. La antigua estación está abandonada y en mal estado de conservación, algo nada sorprendente en España. La nueva estación, construida a raíz de la remodelación de la LAV Sevilla-Cádiz, fue inaugurada en julio de 2013 por la ministra Ana Pastor. Sólo dispone de una taquilla de venta de billetes, lo cual no es poco viendo el panorama de otras estaciones.

La estación está retirada del centro urbano, por lo cual es recomendable tomar un autobús , cuyo precio es de 70 céntimos, que deja al viajero muy cerca del Ayuntamiento. Mi visita fue muy breve, pero tuve tiempo para contemplar los lugares más representativos. En la Casa Consistorial hay un mosaico que recuerda que Lebrija es la cuna de Antonio de Nebrija:

Mosaico que recuerda a Antonio de Nebrija. Sábado, 4 de junio de 2016.
Foto: Jorge.

A continuación, me dirigí a la iglesia de Nuestra Señora de la Oliva, un tempo cuyo interior no pude visitar. Aún así, merece la pena detenerse unos minutos y contemplar su exterior. Su campanario, que se divisa en la distancia desde el tren, recuerda a la Giralda de Sevilla.

Nuestra Señora de la Oliva.
Foto: Jorge.
Esta iglesia fue, en el verano de 1972, el escenario de un dramático hecho vinculado, precisamente, con el ferrocarril. El 21 de julio del año mencionado, el claustro de ese templo se convirtió en una morgue en el que se depositaron los cadáveres de los fallecidos en el trágico accidente ferroviario de El Cuervo que costó la vida a 79 personas. 

Esquela publicada en ABC de Sevilla, 22 de julio de 1972.

Antes  de acabar, me acerqué al castillo medieval pero quedan pocos vestigios de la fortaleza. Terminé mi visita degustando algunas tapas en el bar Azahar, el cual recomiendo para reponer fuerzas.

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