El atentado de Omagh, perpetrado el sábado 15 de agosto de 1998, fue el más mortífero de los acaecidos durante el conflicto de Irlanda del Norte y causó la muerte a 29 personas y heridas a más de doscientas. Dos de las personas asesinadas, dicho sea de paso, tenían nacionalidad española. El ataque, que tuvo lugar a las 15:10 en la Market Street y que fue perpetrado por la detonación de una bomba de 225 kg, fue reivindicado por un grupo terrorista llamado IRA Auténtico (Real IRA), una escisión del famoso grupo terrorista IRA que aspiraba a la unión del Ulster con la República de Irlanda. Una llamada telefónica alertó de la existencia de una bomba en las cercanías del palacio de Justicia lo que hizo que la gente fuera, precisamente, hasta el lugar en el que los terroristas dejaron el coche bomba. Hasta aquí el relato sucinto de los hechos. Aparentemente parece un atentado "normal", es decir, un atentado en el que los terroristas comenten una salvajada con decenas de muertos. Sin embargo, posteriores informaciones hacen pensar que detrás de la explosión de Omagh hubo algo más.
La defensora del pueblo para asuntos policiales de Irlanda del Norte, Nuala O'Loan, afirmó en 2018 que el atentado se podría haber evitado. En un principio no pensaba tal cosa pero el paso del tiempo le hizo cambiar de opinión, tal y como informó The Irish Times en su momento. O'Loan fue muy crítica con el uso que el Royal Ulster Constabulary (la policía norirlandesa conocida como RUC) dio a los informes de inteligencia que alertaban sobre un posible ataque terrorista en el área de Omagh en agosto de 1998. Once días antes del atentado, la policía norirlandesa recibió una llamada telefónica, sin identificar, en la que se alertaba de un inminente ataque contra un objetivo policial. El RUC no informó de esta amenaza al comandante de la subdivisión de Omagh y se limitó a tomar medidas de corto alcance.
Fuente: BBC |
Además de las posibles negligencias sobre el uso de información que podría haber evitado el atentado, hay algo que llama poderosamente la atención y es la ausencia de condenados por la masacre. Así, al menos, estaba la situación en agosto de 2021 cuando se conmemoró el vigesimotercero aniversario de la matanza. La matanza de Omagh, por tanto, es otro atentado del que hay muchas preguntas sin respuesta.
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