Hace un tiempo, concretamente el 2 de agosto de 2017, comentamos de manera breve lo ocurrido en la estación italiana de Bolonia cuando un potente artefacto provocó una verdadera carnicería que se llevó por delante la vida de casi un centenar de personas que, en su mayoría, estaban en la sala de espera refugiándose del calor estival. A pesar del tiempo transcurrido, este año se conmemorará el 41º aniversario de la matanza, siguen apareciendo noticias sobre la mayor matanza ocurrida en Italia tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. La semana pasada tuvimos conocimiento de dos informaciones, ambas publicadas en The Times, que vienen a poner sobre el tapete que aún queda mucho por saber sobre lo ocurrido en esa trágica jornada.
Implicación de una logia masónica en el atentado
La primera de estas noticias apareció en agosto del año pasado y en ella se hablaba la relación de una logia masónica, denominada P2 (Propaganda Due), con el atentado. Según The Times, fueron condenados cuatro miembros de un grupo terrorista, de índole neofascista denominado Núcleos Armados Revolucionarios, pero nunca se aclaró quiénes fueron los cerebros de la operación ni el móvil del crimen. El ataque y los intentos para boicotear la investigación fueron, al parecer, financiados por Licio Gelli, máxima autoridad de esta logia anticomunista y que pudo haber utilizado dinero malversado del Banco Ambrosiano. Esta logia, cuyos miembros rondaban el millar y que tenía estrechos vínculos con la inteligencia americana durante la Guerra Fría, aglutinaba personajes muy relevantes de la vida política, el ejército, los servicios secretos, etc...
A parte de esta cuestión, la investigación revela que hubo conexiones financieras entre Gelli y la célula terrorista que perpetró la matanza. Además de Gelli, otros implicados en esta trama masónica fueron Federico Umberto D'Amato y Mario Tedeschi. Todos han fallecido.
¿Qué era la logia masónica P2?
Gelli era el gran maestro de la logia P2 que venía a ser un Estado dentro del Estado. En las filas de esta logia figuraban dos ministros, los directores de los servicios secretos, el director de Il Corriere della Sera, funcionarios de alto rango, militares de alta graduación, políticos, etc... La historia reciente de Italia no se entiende sin la acción de Gelli, un hombre que entró en la masonería, una organización declarada ilegal en la Italia de posguerra por sus vínculos con el régimen de Mussolini, en la década de los sesenta. Hechos que conmovieron a la sociedad italiana, como el asesinato de Aldo Moro y la matanza de la estación de Bolonia, siempre han sido asociados a Gelli y su logia.
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